Italia exige un cambio

«¿Abuelo, tú eres Lippi?», le preguntaba su nieto Lorenzo a Marcelo después de ganar el Mundial 2006. El niño no podía creerse que ese señor con el que pasaba unos días en la playa fuera, además de su abuelo, una de las personas que más tiempo ocupaba las pantallas de televisión. Lippi, orgulloso, le contestó que sí. Pero ahora casi preferiría ser otro. Regresó como salvador después de la Eurocopa para llevar a Italia hasta el Mundial. Y para ganarlo otra vez. Confió en los mismos de siempre, en los veteranos que le llevaron hasta la gloria. Y con ellos se ha estrellado en Sudáfrica.

La Copa Confederaciones era sólo un examen, pero algunos veteranos ya advirtieron de lo que podía suceder. «El torneo servirá para ver si los veteranos podemos continuar o es necesaria una renovación», advertía Buffon antes de empezar a competir. Y ha salido renovación. El portero es la referencia del equipo y parece también que el más consciente. Por eso ve la eliminación con alivio por no tener que enfrentarse a España. «Mejor así, en estos momentos no somos competitivos y contra España hubiéramos corrido el riesgo de hacer otra vez el ridículo», asegura. Y eso que sigue dolido con la eliminación por penaltis en la última Eurocopa. «Me sigue quemando la derrota en los penaltis contra la tan renombrada España, que nos lanzó sólo medio disparo», añade. Buffon sabe que su selección necesita un cambio, pero no sabe por dónde tiene que llegar. «No tenemos ni idea de qué es lo que está fallando en el equipo», dice.

Los jugadores estaban muy molestos por el titular de «La Gazzetta dello Sport» tras la derrota ante Egipto: «Las momias somos nosotros». Pero Italia es el único equipo de la Copa con una media de edad superior a los 30 en su alineación inicial. Y sus jugadores no van a ser más jóvenes el próximo año. Rossi, Montolivo y Pepe son las únicas novedades que han tenido cierta continuidad, pero su labor no ha dejado de ser secundaria. Los jóvenes tienen sitio, pero poco a poco. «No se puede poner a todos en el campo de juego al mismo tiempo. Tiene que ser algo progresivo, para que vayan aprendiendo», asegura Lippi. «Momias éramos y momias seguimos siendo», tituló ayer «La Gazzetta». Todo el país pide un cambio. «Sé que nuestro juego ha sido decepcionante», reconoció después de caer ante Brasil. Y lo peor es que no encuentra la manera de cambiar las cosas. «Los jugadores que habéis visto son los mejores de Italia, y no les voy a sustituir», amenaza.