La devoción bajo el Cristo Moreno

madrid- Faltaban más de tres horas para salir en procesión pero los miembros de la Hermandad de Los Gitanos ya se iban acercando a «su» templo, la parroquia de San Jerónimo el Real. Abrazos al saludarse y el mismo comentario entre sus cerca de 500 miembros que, cada año, sacan en procesión la imagen de Jesús de la Salud: «Parece que este año el tiempo se va a portar». La meteorología, como simpre, «la cruz» de los devotos de la Semana Santa. Aún con el buen tiempo asegurado, los rostros de los cofrades transmitían una extraña mezcla de alegría y nerviosismo. «Hoy es la culminación a un año de trabajo», explica Ignacio. «Además es el décimo año que salimos en procesión, por eso hoy es especial». 1.800 kilos Sevillano de nacimiento, Ignacio siente con especial fervor la Semana Santa. «Aunque llevo una `jartá¿ de años aquí, hay cosas que se llevan dentro». Como su «ritual» antes de levantar el paso de 1.800 kilos de peso. «Nadie lo cuenta pero todos tenemos alguna `manía¿ antes de salir, como los toreros», admite entre risas. «Yo tengo mi pequeña conversasión con el Cristo, siempre tocando el palo derecho del paso», explica. «Este año le pido por alguien de mi familia que está algo pachucho», cuenta emocionado. Junto a él, los otros 34 costaleros que levantarán el paso del «Cristo Moreno» preparan sus vestimentas. «Hay que ir cómodo», cuenta José, «porque son casi cuatro horas soportando unos 50 kilos de peso cada uno». Para ello llevan entrenando todos los domingos desde febrero en un polígono de Carabanchel. «Por mucho que te pongas protecciones en la nuca, te sale lo que llamamos `el tomate¿, es decir, se hincha muchísimo el cuello». «El médico dice que es muy malo pero él no debe entender que sacar a tu Cristo es lo más grande», confiesa José. «Luego puedes ponerte hielo en la zona», cuenta otro costalero. «¡Pero es para los `flojos¿!», añade otro. Las bromas van dejando paso a un solemne silencio. La Cruz de Guía abre el cortejo.