Nueva York
La Estatua de la Libertad vuelve a permitir subir hasta su corona
La Estatua de la Libertad celebró hoy el 4 de julio permitiendo a los turistas volver a escalar hasta su corona que fue cerrada tras los atentados terroristas del 11 de septiembre. El secretario del Interior, Ken Salazar, anunció en mayo que la corona de la conocida estatua sería abierta al público para esta fecha tan señalada. El acceso a la Estatua de la Libertad se cerró después de los ataques a las Torres Gemelas aunque en agosto de 2004 se reabrió al público la base del monumento con estrictos controles de seguridad. El angosto acceso a la corona, al que solo se puede subir por una escalera de caracol de 168 peldaños, hizo temer a las autoridades neoyorquinas por los riesgos ante una eventual aglomeración y problemas para una evacuación en caso de emergencia. El Servicio Nacional de Parques ha estado trabajando estos ocho años para acondicionar la corona de la estatua y cumplir con las normas de evacuación y los protocolos en caso de incendio. El acceso se hará por grupos de no más de diez personas a la vez y guiados por funcionarios del Servicio Nacional de Parques, por lo que se calcula que podrán acceder unas 30 personas a la hora. Después de esta primera puesta a punto el monumento permanecerá abierto dos años y luego volverá a cerrar para someterse a una remodelación más completa. Hasta la isla en la que se encuentra la estatua, frente al distrito financiero de Manhattan, se desplazaron los primeros turistas como Aaron Wifinger, que pidió matrimonio a su novia Erica Breder justo después de coronar la cima. En declaraciones a la CNN, Wifinger, de origen ruso, dijo que decidió sorprender a su novia precisamente allí por el significado que tiene para muchos inmigrantes como ellos. La estatua de la Libertad era la primera imagen que tenían los inmigrantes que llegaban en barco a las costas estadounidenses, que tenían permanecer en la isla contigua de Ellis, para someterse a controles médicos, antes de pisar suelo estadounidense. El Departamento de Interior, que se encarga de la gestión y cuidado de los parques y monumentos nacionales, tiene presupuestado 25 millones de dólares (17,8 millones de euros) para mejorar algunas de las instalaciones de la isla de Ellis que forman parte del recorrido turístico. Las entradas para el fin de semana del 4 de julio se agotaron nada más salir a la venta pero se han vendido 14.500 hasta finales de agosto. La popular estatua, de 93 metros de altura y 225 toneladas de peso, fue un regalo de Francia a EEUU en 1886 para conmemorar el centenario de la independencia estadounidense. La obra en cobre, del escultor Frederic Auguste Bartholdi, se forjó en Francia y fue transportada en barco a Nueva York.
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