«La falta de experiencia es el talón de aquiles de los Mossos»

BARCELONA- La resaca de las celebraciones blaugrana ya cuenta con cinco jóvenes en estado grave. Una mancha que será difícil de borrar del expediente de los antidisturbios de los Mossos d'Esquadra por las nefastas consecuencias de las cargas policiales de la semana pasada. Los pelotazos durante los festejos han dejado, presuntamente, a tres chavales sin visión en un ojo y otros dos han pasado por la UCI por las lesiones sufridas. Un «nefasto» balance que, según los expertos, podría haberse evitado con un mayor control de la situación.
La prematura edad del cuerpo de seguridad autonómico, en su opinión, «les ha hecho pecar de incautos con una falta de serenidad y aprendizaje latente».
El pasado mes de abril un informe parlamentario sobre derechos humanos de la UE ya ponía en el punto de mira el «mal uso» de la fuerza de los antidisturbios. «Aunque los agentes de policía no deberían ser situados en posiciones de riesgo de heridas graves», dice el texto, «el despliegue de la policía antidisturbios puede caldear innecesariamente el ambiente en las protestas».
Una afirmación a la que se suma el ex jefe de la Guardia Urbana de Barcelona, Julián Delgado. Según cuenta, usar pistolas que lancen pelotas de goma supuso en su día «una gran conquista» como método disuasorio en altercados graves, pero su utilización en la fiesta culé fue «errónea». «Los disparos se han de efectuar a 50 metros de distancia y no en una posición de cuerpo a cuerpo como lamentablemente ha sucedido». Para Delgado, la situación se podría haber evitado «localizando» a los «antisistema de siempre» antes de que comenzasen los disturbios. «La mejor solución es la prevención con los antisistema, una vez mezclados con el resto, es prácticamente imposible localizarlos», defiende y añade que la «falta de aprendizaje» en el manejo de estas armas tiene consecuencias fatales sobre las víctimas.
Descontrol
Lorenzo Nebrera, además de ser secretario de organización de la Confederación de Policía Nacional, lleva casi 20 años trabajando en una unidad de intervención madrileña, actuando en multitud de celebraciones similares a la del Barça, como la Eurocopa o las ligas del Madrid. «Viendo las imágenes de la Champions, se desprende una falta de serenidad y de experiencia entre los agentes. Es comprensible la adrenalina acumulada que supone la situación, pero hay que mantener la sangre fría en todo momento», alega. «Es un cuerpo joven y la falta de rodaje en estas situaciones puede ser su talón de aquiles».
La Policía Nacional, cuenta, exige a este tipo de agentes a un «reciclaje continuo». «Cada dos años nos evalúan con pruebas psíquicas y físicas para seguir en el cargo», explica.
 «Una mayor organización y prevención», en su opinión, son la respuesta. «Sólo hay que recordar el impecable dispositivo que sí realizaron contra los antiglobalización en Barcelona en 2002. Muchos detenidos y pocos heridos, un logro para toda unidad de intervención», dice Nebrera.