La Fiscalía italiana toma cartas e investiga las fiestas de Berlusconi

Silvio Berlusconi es tan amigo de sus amigos que no duda en prestarles los aviones del Estado para que acudan a las fiestas que organiza en Villa Certosa, la lujosa mansión que posee en Cerdeña. Mariano Apicella, cantante napolitano y autor junto al primer ministro de varios discos, es uno de los que ha disfrutado de la flota aeronáutica oficial para volar al aeropuerto sardo de Olbia y acompañar a su compadre cuando se anima a cantar.
Esta preocupación de Berlusconi por evitar que sus amigos sufran las incomodidades de los vuelos comerciales puede salirle cara. Según informó ayer el diario «La Repubblica», la Fiscalía de Roma ha abierto una investigación para saber si hubo irregularidades en el uso de los aviones del Estado. La utilización por parte de Apicella de estos vuelos está documentada por el fotógrafo Antonello Zappadu, que cuenta con 700 instantáneas sobre las fiestas de Villa Certosa y sus invitados. En algunas de ellas se ve a Noemi Letizia, la chica de Nápoles que provocó el divorcio de Berlusconi, y a otras muchachas en bikini o en «topless». El abogado del primer ministro ha denunciado a Zappadu, por lo que todas las fotografías están ahora en manos de la Fiscalía de Roma, que ha abierto una investigación para verificar si hubo violación de la intimidad.

Críticas de la oposición
La polémica por el supuesto uso indebido de los aviones oficiales ha provocado la reacción de la oposición de centroizquierda. «Que personas inadecuadas utilicen estos vuelos crea problemas sobre la moralidad y la ética de quien nos Gobierna», denuncia Roberta Pinotti, responsable de Defensa del Partido Democrático.

«Veronica Lario tiene un amante»
La polémica por los aviones no hace que se acallen los rumores sobre la familia de Berlusconi. Este fin de semana el diario «Libero», de ideología afín a «Il Cavaliere», ha publicado que su todavía esposa, Veronica Lario, tiene un amante. Su fuente es Daniela Santanché, política derechista y líder del Movimiento por Italia. «Tiene desde hace mucho tiempo un compañero», asegura Santanché. El primer ministro ha respondido diciendo que «hemos tocado fondo» y pidiendo «no más incursiones en la vida privada». El supuesto amante se llama Alberto Orlando y es guardaespaldas.