Europa

Buenos Aires

La gripe A deja desierta Buenos Aires

La gripe A deja desierta Buenos Aires
La gripe A deja desierta Buenos Aireslarazon

BUENOS AIRES- Calles semidesiertas, la Avenida Nueve de Julio sin atascos, con el Obelisco como único observador. La ciudad de la furia parece calmada tras la estampida protagonizada por los porteños huyendo de la gripe A. Como si de una siesta española se tratase, la capital bonaerense descansa dormida. Ante el avance del virus, el Gobierno argentino decretó desde el jueves un «asueto sanitario» que mantiene suspendidas todas las actividades. De acuerdo con cifras oficiales, al menos 82 personas han muerto y el Gobierno habla de más de 100.000 afectados. La medida, sin precedentes, ha dejado Buenos Aires desierta puesto que sus habitantes han aprovechado el puente (el 9 de julio fue festivo) y han huido a otras provincias para evitar contagiarse. Las compras por internet han aumentado hasta colapsar webs de hipermercados porque la gente evita salir a la calle. Después de México y EE UU, Argentina es el país que más muertos registra. El ex presidente Carlos Menem declaró que la epidemia es una «Gripe K», por «la imprevisión del matrimonio gobernante», en referencia a la presidenta Cristina Fernández y a su marido, Néstor Kirchner. Las cifras de afectados se dispararon tras las elecciones, por lo que la oposición acusa al matrimonio Kirchner de ocultar los datos. Por el momento el Gobierno evita un México II por las graves consecuencias económicas que conlleva paralizar el país. Bancos, universidades y escuelas permanecen cerradas, algunas personas como las embarazadas tiene permisos especiales para no ir a trabajar pero el resto, continúa con su vida normal. Besar o no besar Con el temor a caer presa del contagio, algunos hábitos de la sociedad argentina gozan de un merecido descanso. Al ingresar en un consultorio médico la recepcionista ya se disculpa por no ofrecer el habitual saludo. Hay muchos que aún no saben cómo reaccionar: ¿besar o no besar? Esto ha dado lugar a la típica escena que se ve en Europa cuando un argentino le estampa un beso a un desconocido desprevenido, dejándolo, apabullado. Más información y vídeos en nuestra web