La jueza del «Prestige» exculpa al último cargo de la Administración

Madrid- La titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Corcubión (La Coruña), Carmen Veiras, ha concluido la investigación por la catástrofe provocada hace seis años por el buque «Prestige». Lo ha hecho retirando la imputación contra el último cargo de la Administración del Gobierno –que entonces presidía José María Aznar– que mantenía esa condición, el ex director general de la Marina Mercante, José Luis López-Sors. En cambio, mantiene la del capitán del barco, Apostolos Mangouas, el jefe de máquinas y el primer oficial por los delitos de desobediencia y contra los recursos naturales y el medio ambiente. La catástrofe se produjo el 13 de noviembre de 2002.En relación con López-Sors, la jueza señala que, una vez que la tripulación estaba a salvo y el buque se encontraba a la deriva hacia la costa, «consideró prioritario tomar remolque y separar el buque de la costa para evitar su embarrancamiento», a lo que se negó el capitán del «Prestige». También fue López-Sors quien ordenó el alejamiento del barco, «al estar incluido en el ámbito de sus competencias», tal como reconoció él mismo en su declaración judicial.Indicios desvirtuadosEn este sentido, la magistrada señala que el ex director general de la Marina Mercante «recabó información sobre la situación del buque y las opciones posibles desde el primer momento, y a la vista de la misma tomó la decisión de alejar el buque, puesto que las autoridades de un Estado no están obligadas a autorizar necesariamente el acceso a un puerto de refugio». De esta forma, «puede decirse que los indicios criminales respecto de la decisión adoptada» por López-Sors de alejar el buque «han sido desvirtuados». La conclusión que da la magistrada es contundente: «Después de que todos los peritos hayan elogiado la operación de salvamento por su profesionalidad y eficacia que permitió que finalizase sin víctimas, a pesar de las duras condiciones en que se llevó a cabo y, a la vista de las diligencias de instrucción practicadas, tampoco puede entenderse que la decisión de alejar el buque de la costa haya sido un factor de agravación del riesgo ya generado, sino fue prudente y razonable a la vista de las circunstancias del caso».