Belleza
La nueva cara del botox
Redibuja la mandíbula, remodela la nariz... ya no hace falta pasar por el quirófano para plantar cara al envejecimiento facial.
Tabla de salvación de la imagen de famosos y anónimos, la toxina botulínica sigue desarrollando nuevos usos para que parezcamos cada día más jóvenes sin pasar por quirófano. Dejamos fuera malas aplicaciones de sobra conocidas, aquellas que generan rostros congelados y frentes planchadas (Nicole Kidman o Marcia Cross prefieren la apariencia marmórea en lugar de la expresividad) y nos centramos en la técnica médico-estética más requerida en España una vez superadas las polémicas sobre su seguridad. En realidad, botox no es sino el nombre comercial de la toxina botulínica, cuya aplicación cosmética en España responde al nombre de Vistabel, que hasta ahora se centraba en las líneas de expresión del tercio superior del rostro: borraba ceños malencarados, arrugas en frentes preocupadas o patas de gallo delatoras de ojos que guiñan demasiado. Pero, ¿y la parte inferior? ¿y la flacidez? Entrábamos en el terreno del lifting, hasta que expertos, como el brasileño Mauricio di Maio, llegaron con su fórmula de infiltraciones que corrige la relajación muscular, causante de las depresiones, o funciona como elevador de las facciones llamada Botolift. Pero aún hay más, y del botox actual podemos elegir entre:
Prevenir: es perfecto para aquellos rostros que abusan de la gesticulación desde los 35 años. En el Instituto Francis, entre 300 y 500 euros (Tel. 93 317 78 08).
Corregir: por un lado, están los inestesismos producidos por el envejecimiento cronológico (patas de gallo, código de barras, flacidez del óvalo, etc); por otro, los defectos físicos como una sonrisa gingival, asimetrías, cejas caídas, frentes pequeñas, expresiones malhumoradas o tristes y sudoración excesiva, el primer uso que conocimos de la toxina y que sigue siendo un éxito en axilas, manos, plantas de los pies o frente. Lo utiliza un 3 por ciento de la población. «La axila no requiere anestesia y pocas infiltraciones son suficientes. Sin embargo, en las palmas de las manos se precisa anestesia local», afirma el doctor Rafael Serena, responsable de la Unidad de Botox de la Clínica Planas.
Realzar el cuello
En cuanto a los usos más solicitados están:
-El lifting del tercio inferior, cuello y mandíbula. «Infiltrando Vistabel en el músculo platisma del cuello, el mayor depresor del rostro, se relaja y realza el cuello. Dura de 15 a 30 minutos, los resultados son inmediatos y permanecen de cuatro a seis meses», explican desde la Clínica Mira+Cueto, donde una sesión parte de 375 euros.
-Afinamiento facial: cuando el rostro es redondo, el caballo de batalla puede ser afinar los rasgos: se trabaja el músculo masetero y las condiciones son similares al lifting de cuello y mandíbula.
-Rejuvenecimiento de mejillas: la pérdida de turgencia y el hundimiento pueden ser tratadas con botox y ácido hialurónico combinados. De 15 a 20 minutos, desde 375 euros.
-Remodelación nasal. Se rumorea que Nicole Kidman es adicta a ella: sea por la reabsorción del hueso nasal y la distensión muscular o por las «arrugas de conejito», ésta envejece y cae: los pinchazos se dirigen a los músculos depresores de la punta. Obviamente, el efecto es más sutil que en una rinoplastia y dura seis meses, pero su precio está en 450 euros (frente a los 3.000 mínimos de la cirugía).
- Potenciar: sobre todo, la mirada, que ha podido perder chispa o tener un aspecto cansado por culpa de unas cejas caídas. Vistabel puede combinarse con sustancias de relleno (hialurónico o Sculptra) o radiofrecuencia para reafirmar. Se solucionan así los problemas de las cejas planas y bajas, con la cola caída o demasiado arqueadas. En cuanto a los precios, Vistabel, desde 375 euros; combinado con ácido hialurónico, desde 600; y si es sólo radiofrecuencia, desde 200. Son necesarias de 4 a 6 sesiones cada 4 semanas.
No a las fiestas cosméticas
Si su envejecimiento es generalizado, sepa que más allá de soluciones drásticas, como el lifting, cuenta con el Botolift Integral: infiltraciones a diferentes niveles en toda la cara y el cuello. Es preferible en personas de menos de 60 años con descolgamiento y sin exceso de grasa. En 30 minutos estará lista para 6 meses. Cada zona cuesta desde los 375 euros.
A primera vista puede pensar que se pasará el día entre agujas, pero en una sola sesión se pueden combinar dos o tres zonas. Según la Sociedad Española de Medicina Estética, el perfil de pacientes que solicitan los tratamientos del triángulo inferior del rostro son mujeres de entre 40 y 50 años con un poder adquisitivo medio-alto. Lo fundamental, según estos expertos, es huir de fiestas cosméticas (botox party, entre otras) y acudir a un profesional serio, pues el 20 por ciento de los casos que tratan son debidos a malas prácticas en centros no cualificados.
TODO LO QUE DEBE SABER
- ¿Qué significa botox? El término proviene de la abreviatura anglosajona «Botuline Toxine», que es una neurotoxina elaborada por una bacteria llamada «Clostridium Botulinium».
- ¿Cómo se aplica? Con agujas finas y a nivel intramuscular, produciendo un bloqueo del músculo.
- ¿Se puede realizar en cualquier tipo de arruga? En condiciones normales, sí, aunque en algunas hay que tener precaución para no alterar la mímica facial. También se usa para la hiperhidrosis axilar, además de usos no estéticos, como el estrabismo.
- ¿Se necesita anestesia? No, ya que tan sólo produce una ligera molestia, que dura apenas unos segundos.
- ¿El efecto es inmediato? No, se produce de forma progresiva, siendo visibles los resultados desde las 36 horas y alcanzando su efecto máximo a los 14 días. Su duración depende del paciente, pero, de media, entre 3 y 6 meses.
- Datos de la Sociedad de Investigación y Desarrollo de Medicina Estética.
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