Colombia

Los retos de la delegada del Gobierno

Valcarce hereda una tasa de delincuencia que duplica a la del resto de Españal / Aumentar el número de policías es una de las cuentas pendientes

Los retos de la delegada del Gobierno
Los retos de la delegada del Gobiernolarazon

Esta semana será su primera toma de contacto con su nuevo cargo. Amparo Valcarce fue designada delegada del Gobierno en Madrid el viernes en sustitución de Soledad Mestre. A partir de ahora tendrá que ponerse manos a la obra para torear en una plaza nada fácil. Su nombramiento ha suscitado mucha expectación en el entorno policial, en la Puerta del Sol e incluso entre los socialistas madrileños.Valcarce viene directa de La Moncloa. Su relación con Zapatero es personal y profesional desde que ambos estaban en la arena política de León. Los que han trabajado con ella dicen que es «guerrera por naturaleza». Es precisamente este perfil el que ha llevado al presidente –el ministro del Interior tenía otro candidato–a pensar que será una buena adversaria política para Esperanza Aguirre. Pero ante todo la nueva delegada del Gobierno tiene que poner en marcha una serie de medidas que acaben con la creciente inseguridad .

 

Bajar los delitosLos últimos balances oficiales afirman que la delincuencia bajó en 2008, pero un análisis a fondo de los datos plantea un panorama preocupante. Los homicidios han subido, las violaciones se han disparado sin que ningún responsable haya hecho alusión a la manera de atajarlo, y comparando Madrid con el resto de comunidades, salimos malparados: la tasa de delincuencia es casi el doble que la media del país.RedadasSe ha acusado a la Policía Nacional de llevar una política de «números» merced a la cual se detiene a numerosos « sin papeles» y se pone el acento en el menudeo de droga. Es decir, se realizan numerosas operaciones que en una estadística general cuentan como «éxitos» pero se descuidan otro tipo de delitos más importantes.BandasEl principal problema es la delincuencia organizada. El ministro del Interior exigió tras el doble asesinato de la «sala Heaven» -en la que murieron un portero y un relaciones públicas- que se establezca como primera prioridad para la Policía la lucha contra el crimen organizado. El asesinato a tiros en el Hospital Doce de Octubre del narcotraficante colombiano Leónidas Vargas hizo saltar todas las alarmas. Sonado fue también el asalto a la vivienda de José Luis Moreno por un grupo rumano. Los ajustes de cuentas y las muertes violentas están a la orden del día. Según datos de la propia delegación de diciembre de 2007, en Madrid operan al menos 27 grupos organizados que se dedican en su mayoría al narcotráfico, los robos, la prostitución y la trata de blancas. Interior ha pedido ayuda a países como Colombia para hacer frente a este tipo de bandas y dar formación a nuestra Policía.Grupos ultrasLa trágica muerte de Carlos Palomino, un activista de izquierdas de sólo 17 años cambió la dinámica de las concentraciones ultras. Fue asesinado cuando iba a boicotear una manifestación del Partido Democracia Nacional. A partir de entonces, el ambiente se enrareció y se volvió más violento. La delegación del Gobierno autorizó varias manifestaciones más de grupos políticos de uno y otro signo que terminaron en brutales disturbios, volviéndose luego atrás y sin mantener un criterio claro al respecto.AlunizajesEs la modalidad delictiva de moda y tiene a gremios, como el de los joyeros al borde de la crisis (de nervios). Al tratarse de robos con fuerza, las penas no son altas y no hay prisión provisional para los imputados, así, vuelven a su «trabajo» en cuanto pisan la calle. La última propuesta cambiar el mobiliario urbano para estorbar la entrada de los coches de los aluniceros parece casi una claudicación policial.Plus de capitalidadLa Comunidad ha solicitado en numerosas ocasiones a Soledad Mestre y a Alfredo Pérez Rubalcaba que tomen medidas concretas para atajar la inseguridad en la Región y que se aumenten las plantillas de Policía y Guardia Civil hasta sumar tres mil efectivos. Incluso, comprometiéndose su Consejería a pagar a los agentes el «plus de capitalidad» que los agentes reclamaban. Sin n embargo, no ha habido respuesta por parte del Gobierno de Zapatero. Idéntico comportamiento que con la reforma de la Ley de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.