La plana mayor del PP proclama que no hay «salida socialista» a la crisis

Madrid- Todos a una para presentar las elecciones europeas como una moción de censura contra José Luis Rodríguez Zapatero y para colocar en el centro del argumentario electoral la crisis y el mensaje de que los cuatro millones de parados eran «evitables» y el responsable es el presidente del Gobierno por sus «mentiras». El PP recuperó ayer su discurso más duro en el primer mitin preelectoral en el que se vendió además la imagen cargada de simbolismo de Mariano Rajoy, Jaime Mayor Oreja, Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz Gallardón primando los intereses de partido y la oposición al PSOE por encima de alguna cuenta aún pendiente de ajustar. Impotencia socialistaEn el centro de la diana, Rodríguez Zapatero, y el eslogan de que el PSOE no puede sacar a España del pozo al que le ha llevado la recesión económica. Desde luego, el arranque de la precampaña confirma que no hay ningún margen para ese acuerdo político, y luego social, que requeriría una situación tan dramática como la que representan los más de cuatro millones de parados. Rajoy responsabilizó de ellos al jefe del Ejecutivo por no haber hecho nada cuando era el tiempo de hacerlo, por haber mentido y por no tener ahora más alternativa que la de la «excusa y el balbuceo». «No hay salida socialista a la crisis. El recurso a la ideología es el burladero en el que se refugia el miedo y la incompetencia», proclamó. En ese retrato, sin matices ni concesiones, de un presidente «desbordado e incapaz», Rajoy le echó también en cara que «gaste más energía en distraer que en buscar remedios» y dijo que su sonrisa es la prueba de que no tiene más argumentos que los fotográficos. Su escudo ante la crisis es el plan global con doce medidas que presentó en plena sesión fotográfica del nuevo Gobierno y que ayer, entre tanto «piropo» a la gestión socialista, resumió en cuatro recetas: devolver la confianza y decir la verdad; hacer propuestas «razonables»; ayudar a quienes crean riqueza y empleo, es decir, a las pymes y a los autónomos; y retirar los obstáculos que impiden la creación de empleo. Reformas, menos gasto no productivo y más ayudas fiscales, como ya ha dicho una y mil veces. El candidato Mayor Oreja discurrió por una senda parecida. El que fuera ministro del Interior hiló sus duras críticas a la gestión del Gobierno de Rodríguez Zapatero, como la de que el «mayor despilfarrador de España no puede ser el arquitecto de la España que necesitan las próximas generaciones». Oreja explicó que las dos legislaturas con Aznar al frente del Ejecutivo «han sido las más sociales de España», las que «más desempleo han combatido» y las que colocaron a España «a la cabeza del trabajo».