Valencia
Las ventas caen un 40 por ciento en los quioscos por la ley antitabaco
La falta de regulación en la distribución y la prohibición de vender tabaco en quioscos cerrados baja las ventas.
valenciA- La ley antitabaco aprobada hace ya tres años y medio continúa suscitando polémica. La alegría de los fumadores pasivos se convierte en impotencia para los quiosqueros, que han visto descender entre un 35 y un 40 por ciento sus ingresos desde que entró en vigor la nueva norma por la que solamente se podía adquirir tabaco en estancos y espacios habilitados para fumar.Los quiosqueros valencianos se han revelado ante esta situación desde sus inicios y consiguieron una reforma por la que aquellos quioscos situados al aire libre pueden contar con una novedosa máquina con mando a distancia que permite tener un control de la gente que adquiere los cigarrillos en todo momento. Aun así, quedan todavía muchos aislados a esta reforma, ya que existen gran cantidad de puestos ubicados en locales cerrados que no tienen permitida la venta de cigarrillos. Por este motivo, la Asociación de Vendedores de Prensa de Valencia y Provincia remitió escritos reclamando una reforma inmediata de la ley al Gobierno central y también se manifestó frente a las puertas de la delegación del Gobierno durante la pasada semana para reclamar igualdad de condiciones en este sector.El tesorero de la asociación, José Miguel Sánchez, asegura que se trata de un problema que provoca fuertes pérdidas, y que a éste se suma el de la distribución.«Nuestro sector no cuenta con una regulación de la distribución desde la ley de 1972. Ésta dicta que los portes deben asumirlos los distribuidores, pero la realidad no es así, y continuamente nos cobran los gastos de transporte y somos impotentes ante un monopolio que hace lo que quiere». Asimismo argumenta que la prohibición de vender tabaco para un gran número de quioscos es «una situación totalmente negativa» porque muchas de las personas que antes acudían al emplazamiento para adquirir una cajetilla, ahora mismo ni siquiera entran y no tienen la opción de visualizar otros productos cuya adquisición pueda interesarles. El tesorero argumenta que «muchos de los que no tienen la opción de vender tabaco optan por colocar una máquina de forma ilegal para igualar a sus compañeros».«La impotencia se apodera de ellos», añade Sánchez, «ya que es muy triste ver que están haciendo lo mismo que los demás vendedores pero que, en su caso, es una acción ilegal».Finalmente manifestó que todas las demandas llevadas a cabo desde que se aprobó la ley «han ido a parar al mismo juzgado, a la misma sección, y la respuesta ha sido siempre la misma, es decir, siempre caen en un fondo perdido». Los quiosqueros valencianos continuarán su lucha por reformar esta situación.
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