Llamazares y Felipe Vega viajan a Galicia

No se trata de un documental de tintes turísticos sobre una comarca de Galicia, La Fonsagrada (zona de Lugo que limita con Asturias), sino que «Eloxio de la distancia» «es cine de verdad», explica el escritor Julio Llamazares, a quien Felipe Vega («Mientras haya luz», 1988) –«que fue quien estuvo detrás de la cámara porque yo no rodé un solo plano»– tuvo la cortesía de incluir en el proyecto. «Nos une una buena amistad desde hace años, nos gustó la idea y nos embarcamos», comenta. El filme, formado por un equipo que no nació en aquellas tierras, habla de una región, de cuatro personas sobre quienes descansa la estructura narrativa del trabajo, una veterinaria (Patricia), una hippie (Luz, de la comuna de Negueira), un cartero (Raúl), y un hostelero (Carlos), a quienes la cámara sigue en su día a día. «Son ellos quienes cuentan lo que hacen, sin voces en off, sin interpretaciones ni dramatización», a través de las cuatro estaciones. La Xunta fue la impulsora del proyecto «en el que tuvimos libertad para hacer lo que queríamos». Llamazares se muestra muy satisfecho, «sobre todo, por el hecho de que se pueda estrenar», dice.