Carreteras
Los españoles siguen sin cambiar a euros 295000 millones de pesetas
MADRID- Diez años después de la creación de la Eurozona y del nacimiento del euro como moneda común de once países el 1 de enero de 1999 aún quedan en España 295.175 millones de pesetas (1.769 millones de euros) que no han sido retornados al Banco de España para su cambio, según los últimos datos del instituto emisor correspondientes al mes de octubre. Desde enero, los españoles han cambiado a euros un total de 3.161 millones de pesetas (19 millones de euros), la cifra más baja de los últimos años. El próximo jueves se cumplirán diez años de la entrada en circulación del euro, aunque sólo siete desde que llegara al bolsillo de los ciudadanos europeos, que dispusieron de tres años para adaptarse a la nueva moneda y, sobre todo, a los cambios fijados para cada una de las divisas, que en el caso de España fue de 166,386 pesetas por cada euro. Aunque los españoles seguimos pagando en pesetas hasta el 28 de febrero de 2002, las operaciones electrónicas se empezaron a realizar en euros, lo mismo que las transacciones bursátiles, que simultanearon los precios de cada sesión en las dos divisas. En la actualidad, en España quedan por cambiarse 158.067 millones de pesetas (950 millones de euros) en billetes, cifra que equivale a sólo el 2,05% del valor facial de los billetes que estaban en circulación a 31 de diciembre de 2001, un total de 7,68 billones de pesetas. El caso de las monedas es bien diferente. Según el Banco de España, el pasado mes de octubre quedaban sin ser cambiadas monedas por un importe de 136.270 millones de pesetas (819 millones de euros), nada menos que el 32,47% del total en circulación en diciembre de 2002, que equivalía a 419.625 millones de pesetas ( 2.522 millones de euros). ¿Cuál es la razón de esta diferencia tan enorme? Sin lugar a dudas la enorme diferencia en el valor facial de billetes y monedas. Aunque existían monedas de 2.000 pesetas (prácticamente reservadas a coleccionistas), la moneda de mayor valor era de 500 pesetas, mientras existían billetes de 10.000, 5.000, 2.000 y 1.000 pesetas. El hecho de que España sea el segundo país receptor de turistas de todo el mundo hace pensar que buena parte de esas monedas no retornadas engrosarán la colección de millones de turistas, igual que de la mayoría de los ciudadanos españoles. Mientras quedarse con un ejemplar de cada uno de los billetes que estaban en circulación en 2002 tendría un coste de 18.000 pesetas (108 euros), tener todas las monedas apenas representaría un gasto de 2.681 pesetas, poco más de 16 euros. Y es que España era en 1998, cuando aprobó el examen de ingreso en la Unión Económica y Monetaria, el país de la Unión Europea que más dinero en circulación tenía en comparación con su Producto Interior Bruto. En aquel año, esta relación equivalía al 10,8% del PIB, ya que había en el mercado 8,4 billones de pesetas. El siguiente país que más se le acercaba, Grecia, estaba a más de 3,5 puntos porcentuales.
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