Estados Unidos

Los fumadores toman peores decisiones que los demás

La Razón
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madrid- El tabaco no sólo perjudica la salud, puede provocar cáncer y otras enfermedades pulmonares, daña al feto en las embarazadas y afecta a la calidad del esperma. A la retahíla de efectos perjudiciales del hábito de fumar hay que añadir ahora uno más: nubla la capacidad de decisión del fumador.

Es, al menos, lo que sugiere un estudio publicado en el último número de la revista «Nature Neurosciences». El tabaquismo crónico podría afecta al proceso de toma de decisiones, según sugiere la investigación, que muestra que los fumadores evalúan de forma diferente el resultado de sus decisiones. El trabajo ha sido elaborado por especialistas del Colegio de Medicina Baylor en Houston (Estados Unidos).

Sin pensar en el resultado

En particular, el estudio muestra que las decisiones que toman los fumadores crónicos no se ven influidas por los resultados que podrían derivarse de las alternativas que se han elegido en anteriores ocasiones. Los investigadores, dirigidos por Read Montague, pidieron a varias personas que jugaran en un juego en el que decidían de forma repetida qué cantidad de su dinero invertían en un mercado bursátil artificial. Después de cada decisión de inversión, el cambio en el mercado se revelaba y los sujetos descubrían cuánto dinero habían ganado.

Para elaborar el estudio, los investigadores reclutaron en Houston a un grupo de no fumadores y a otro de fumadores habituales (más de 15 cigarrillos al día) sin trastornos psíquicos conocidos.

Los autores podían predecir las elecciones posteriores de los no fumadores basándose en la diferencia entre la cantidad de dinero que los sujetos ganaron y la cantidad de dinero que podían haber ganado realizando la apuesta más amplia posible. En contraste, en los fumadores, esta diferencia tenía poca influencia sobre sus posteriores elecciones.

Esto sugiere que los fumadores podrían tomar peores decisiones debido a que ignoran los resultados alternativos que podían haber conseguido. Incluso aunque los fumadores y no fumadores realizaban diferentes elecciones, la actividad del cerebro medida durante la tarea en todos los participantes se asociaba con la diferencia entre lo que ocurría en realidad y lo que podría haber pasado. Por ello, los autores concluyen que el cerebro de los fumadores contiene información sobre lo que podría haber pasado, pero la ignora a la hora de decidir cómo actuar.