Los gritos de la calle obligan a guardar el minuto de silencio dentro del Congreso

Madrid- Todo estaba previsto para guardar un minuto de silencio en recuerdo a los dos guradias civiles asesinados por la banda terrorista en Francia. Sería, después del discurso de Manuel Marín, en la escalinata de los leones en la Carrera de San Jerónimo. Sin embargo, los gritos y abucheos que protagonizaron decenas de personas contra Zapatero y su Gobierno obligaron a cambiar de planes. El silencioso y emotivo homenaje tuvo lugar, finalmente, dentro del Palacio de San Jerónimo. De hecho, precedió al discurso del presidente de la Cámara. En sus primeras palabras, el presidente de la Cámara expresó el «cariño, recuerdo y respeto» a todas las víctimas del terrorismo en nombre de los asistentes. Luego, remarcó que ya algunos de los presuntos asesinos de Centeno y Trapero han sido detenidos y «siempre será así» .Por eso destacó la importancia de la «fundamental» cooperación con Francia en materia antiterrorista. Asimismo quiso agradecer al jefe del Ejecutivo galo, Nicolas Sarkozy, su colaboración. Entretanto , los concentrados a las puertas del Congreso de los Diputados no cejaron en su empeño, y agurdaron hasta que se fue el último invitado. Cada vez que aparecía por la verja un socialista las pitadas eran más y más intensas. Zapatero restó importancia al hecho, y dijo que la convivencia diaria
«es ejemplar».