Londres
Los rebeldes laboristas no logran defenestrar a Brown
Su grupo parlamentario está en contra de su permanencia, pero no hay otro candidato
Gordon Brown cosechó ayer en las europeas los peores resultados de los últimos 100 años del laborismo, la formación quedó como tercera fuerza política. El desastre no fue aprovechado por los conservadores, que apenas subieron un punto respecto a 2004, pero fue suficiente para encender todas las alarmas para echar al «premier» de Downing Street.
Para comentar los resultados, Brown se reunió ayer con su grupo parlamentario. La semana pasada, los rebeldes aseguró que estaba dispuesto a reunir las 70 firmas que hacen falta para iniciar un proceso de cambio de líder, la tensión era evidente. Sin embargo, el moribundo primer ministro volvió a resurgir de sus cenizas.
A pesar de que un gran número de diputados pide su cabeza, el problema es que no tienen candidato. Alan Johnson, recién nombrado ministro del Interior, volvió a mostrar el apoyo al «premier». Además, Peter Mandelson, el que fuera enemigo número uno convertido ahora en su mano derecha, recordó que si cambian de líder forzarían unas elecciones generales en las que el laborismo obtendría unos pésimos resultados. Muchos están en desacuerdo con la gestión de Brown, pero hay más miedo a perder su escaño que a enfrentarse al problema.
Por su parte, el «premier» está decidido a ganar oxígeno y estaría dispuesto a detener la polémica semiprivatización del servicio postal e iniciar la prometida investigación sobre la guerra de Irak para calmar a sus enemigos.
Pese a que ayer dimitió el octavo miembro de su Gobierno, la secretaria de Medio Ambiente, Jane Kennedy, los planes le están funcionando. Al cierre de esta edición, el grupo parlamentario seguía reunido, pero las filtraciones confirmaban que Brown aún cuenta con el apoyo suficiente.
ANÁLISIS: Las claves para entender el destino político del «premier»
- ¿Con quién se reunía Gordon Brown?
–El «premier» se reunió con todos los miembros de la Cámara de los Comunes y Lores de su partido. En un principio, se pedía su dimisión, pero los rebeldes no continuaron con su plan.
- ¿Con qué problemas se topan los rebeldes?
–Tienen que reunir 70 firmas para promover un cambio de líder y presentar un candidato, el que tenían en mente, Alan Jonson, actual ministro del Interior, recalcó su apoyo a Brown.
-¿Por qué Peter Mandelson defiende ahora a Brown?
– Era un gran enemigo de Brown, pero desde que le incorporó en 2008 al Gobierno se convirtió en su mano derecha. Fue Mandelson quien advirtió a los rebeldes que, si cambian de líder, provocarán elecciones generales, condenando al Laborismo a los peores resultados de la historia.
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