Parlamento Europeo

Los socialistas admiten su derrota frente al PPE en una «noche triste»

El presidente del grupo Socialista en el Parlamento Europeo, Martin Schulz, admitió hoy la derrota en las elecciones de hoy frente al conservador Partido Popular Europeo (PPE) en una "noche triste".
"Es una noche triste para la socialdemocracia europea", reconoció Schulz en una conferencia de prensa en la sede del PE en la que participaron los presidentes de los principales grupos de la Eurocámara.
Por su parte, el presidente del grupo del PPE, el francés Joseph Daul, proclamó exultante: "hemos sido los grandes ganadores"tras una jornada "estupenda"para su formación.
Según la primera horquilla de escaños difundida por el Parlamento Europeo tomando como base resultados y sondeos, el PPE tendrá entre 263 y 273 parlamentarios, de un total de 736, contando ya con la salida de este grupo de los conservadores británicos, que aspiran a formar su propia familia.
Tras él, el grupo Socialista tendrá entre 155 y 165, mientras que los liberales y demócratas obtendrán entre 78 y 84 asientos.
Schulz señaló que, a pesar de algunas mejoras puntuales, en la mayoría de los países de la UE a los socialistas les ha ido "muy mal"en estos comicios. "Para nosotros es una velada muy amarga", recalcó.
El responsable del grupo socialista explicó los resultados porque algunos países comunitarios han sufrido "importantes derrotas debido a la situación política"doméstica.
El voto estuvo "muy marcado.... en claves de política interior", afirmó el alemán Schulz, quien puso como ejemplo la situación en el Reino Unido o Hungría, por causas que "no tienen nada que ver"con el trabajo del grupo socialista en la Eurocámara.
El presidente saliente del PE, Hans-Gert Pöttering, lamentó la baja participación del 43,39% (la más baja registrada hasta ahora y un punto menos que en 2004), y pidió una reflexión de partidos, eurodiputados y medios de comunicación para lograr una mayor afluencia de votantes.
Aún así, Pöttering se opuso firmemente a la posibilidad de que el PE vuelva a ser elegido por los parlamentos nacionales, como ocurrió inicialmente hasta los primeros comicios europeos de 1979.
El presidente del grupo de Izquierda Unitaria Europea, Francis Wurz, atribuyó la baja participación y el desinterés a la insistencia de los dirigentes europeos en mantener el modelo económico y social causante de la crisis.