Lydia Bosch recibirá una pensión de 7500 euros al mes

Lydia Bosch y su todavía esposo, Alberto Martín, volvieron a encontrarse ayer en el Juzgado de Instrucción número 3 de Pozuelo de Alarcón. El resultado de la sentencia definitiva no se fallará hasta que se celebre el juicio por el divorcio, que está previsto para el próximo mes de octubre. Mientras, el letrado que lleva el caso de la guardia y custodia de los hijos de la pareja ha confirmado que los niños se quedan en el domicilio familiar y que el arquitecto podrá convivir con ellos durante los fines de semana alternos desde el viernes hasta el lunes y recogerles los miércoles después del colegio, a pesar de que Bosch había pedido al fiscal que los mellizos no pasaran la noche con su padre y que las visitas tuvieran lugar con la presencia de un asistente social.

Sin embargo, en el auto de las medidas provisionales, éste ha valorado de manera positiva la atención que el padre presta a los pequeños Juan y Ana y le defiende como igual de capacitado que Lydia.

La casa, en venta

El arquitecto, que ha retomado su trabajo en el estudio del que es socio desde hace varios años, se traslada del domicilio de sus padres al chalet de la urbanización La Finca para llevarlos al colegio e interesarse por sus estudios en el centro educativo. Otra cuestión es que deben vender la casa que compartían desde su enlace. En cuanto al régimen económico, Bosch pedía 20.000 euros para la manutención de los niños y los gastos de la vivienda, una asignación mensual que el magistrado ha fijado, por ahora, en 7.500 euros al mes.

La actriz presentó una denuncia contra su marido por unos presuntos abusos sexuales a su hija mayor, Andrea, fruto de su relación con el también intérprete Micky Molina. Una acusación que Lydia interpuso en medio del proceso de divorcio, que empezó el pasado 17 de abril. Por eso, el magistrado ha definido en el auto como «sospechosa la denuncia de la actriz al arquitecto por considerar que un cincuenta por ciento de los casos en los que un menor denuncia abusos sexuales en un proceso de divorcio son falsos». Además, el juez insiste en que «resulta extraño que la madre conociera los presuntos abusos al interponer la demanda de divorcio no sólo no fuera una referencia, sino que pidiera entonces el máximo régimen de visitas para el padre» .