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Marah los protegidos de Springsteen

La Razón
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alberto bravo

 

Es la banda favorita del escritor Nick Hornby («Fiebre en las gradas», «Alta fidelidad») y uno de los grupos más venerados por la crítica. Se llaman Marah y llevan una década publicando discos llenos de tensión rockera, como el último, «Angels of destruction!», la excusa para acercarse hasta España, un país que los venera y donde tocarán los próximos días en ocho ciudades (Valencia, Zaragoza, Madrid, Santoña, Bilbao y Barcelona, donde pondrán fin a la gira).Cada vez que Marah se lanza al ruedo se lee un mensaje: «La gran esperanza del rock and roll». Y los críticos, ávidos de encontrar epítetos llamativos para defender lo que les emociona, hablan de algo que podría resultar similar a Elvis Costello al frente de la E-Street Band.

hONESTIDAD ESCÉNICA

Exageraciones al margen, Marah defienden las raíces del rock and roll, las canciones vertiginosas con guitarras a grandes decibelios. Algo que no se estila, algo que no se suele hacer bien. Su pista hay que encontrarla en las raíces más clásicas del rock, mezclando cosas de Springsteen, el soul de Atlantic, el punk neoyorquino y también algo de country-rock. Y todo con una enorme actitud, especialmente en directo, donde los hermanos Bielanko dan siempre lo mejor de sí. Sólo hay que ver los litros de sudor que la banda despliega encima de las tablas para satisfacción de unos seguidores que aprecian tanta honestidad en escena.

Marah comenzó su carrera a comienzos de los 90 en Philadelphia recorriendo los clubes antes de publicar su gran debut con «Let's Cut The Crap And Hook Up Later On Tonight», que obtuvo un éxito de público y crítica. Mantuvieron alta la llama con «Kids In Philly», y «Float Away With The Friday Night Gods», su tercera entrega, consiguieron que el propio Springsteen cantara y tocara la guitarra con generosidad en la canción «Float Away». La mera presencia de del «Boss» siempre consigue atraer la atención de sus peculiares «fans» y este hecho les proporcionó nuevos seguidores, principalmente en España.

«Angels of Destruction!» es su última parada, el sexto disco de su carrera, que presenta como gran novedad la presencia a los teclados de Christine Smith, antigua compañera de viaje de Jesse Malin y ya miembro de pleno derecho del grupo.

David Bielanko define este nuevo álbum así: «Se trata de un disco temático, en formato folk punk technicolor. Religión, destrucción, redención y alegría». Traduciendo: David se ha rehabilitado de una reciente adicción al alcohol y ve la vida un poco menos borrosa. Desde luego, algo así se desprende al escuchar un disco más inmediato que los anteriores, más cercano quizá al pop, aunque siempre manteniendo su esencia rockera.

Ahora regresan al directo, seguramente el medio en el que la banda encuentra su mejor forma de expresión, por más que intente grabar cada álbum en pocas tomas, en un intento de buscar la inmediatez. Una cita con la música de Marah es sinónimo de sudor, celebración, guitarras y poderío. El regreso a las formas primitivas de un arte que aún hoy sigue vigente con bandas como Marah.