Nueva York
«Me ha costado cuarenta y cuatro años vivir como un niño»
Guillermo del Toro siempre va acompañado de un cuaderno. Es casi imposible que lo enseñe, pero LA RAZÓN tuvo el privilegio. Se necesitaría otra crónica para describir cada uno de esos increíbles fragmentos. El encuentro tuvo lugar en Londres. El autor de «Hellboy» y «El laberinto del fauno» se ha escapado unos días de Nueva Zelanda, donde vive desde hace tres años por la adaptación que está dirigiendo de «El Hobbit», su proyecto «más ambicioso». La capital británica se convirtió en el escenario donde reveló los detalles de «Nocturna», su primera novela. La fábula de unos vampiros que viven en el Nueva York del siglo XXI. Tiene claros guiños a Bram Stocker –creador de Drácula–, Richard Matheson y Stephen King. Pero reinventa la anatomía y la conducta de los «no muertos» con todo lujo de detalles y también la agonía de sus víctimas. Escrita junto con Chuck Hogan, «Nocturna» es la primera parte de una trilogía que muestra al público el talento que también posee este realizador en el mundo de la literatura.
–¿Por qué los monstruos que suelen dar miedo son para usted fuente de inspiración?
–Porque crecí siendo diferente. Mientras que los otros niños eran rozagantes y muy sanos, yo era un auténtico viejo. A los cuatro años mi mente tenía 70. Era muy introvertido y cerrado. Me ha llevado casi 44 años aprender a vivir como un niño. Ha sido una labor de mucho tiempo.
–¿Tan importantes son en su vida como para dedicarles la primera novela que escribe?
–Al fin y al cabo, los monstruos me han dado compañía y cobijo durante todos estos años. Mi vida personal siempre ha estado vinculada a ellos. Ojalá no me dejen solo nunca.
–¿Por qué ahora hablar de vampiros a través de una novela en vez de con una cámara en la mano?
–Siempre he tenido obsesión por los vampiros. Llevo años recopilando en mi cuaderno notas sobre su anatomía y biología, y traté de representarlas puntualmente en «Cronos» y «Blade II», pero no me podía extender, así que esta novela ha sido liberadora. Me apetecía sistematizar la temática con toda clase de detalles.
–¿Por qué acudió a Chuck Hogan para escribir esta obra?
–Cuando concebí el guión de «Mimic» investigué mucho sobre el Centro de Enfermedades y los subterráneos de Nueva York. Descubrí entonces que el lenguaje técnico no era mi mayor placer. A leer a Chuck vi, en cambio, que era un gran experto en esa jerga y un gran escritor. No nos conocíamos, pero cuando le mandé mi propuesta encontré un gran socio. Sin contrato, empezamos a escribir el uno para el otro gratuitamente.
–Desde el principio enfocó el libro «Nocturna» como la primera parte de una trilogía. ¿Son ya como una especie de obsesión en su vida?
–[Risas]. No creo que escriba trilogías. Tampoco que complete la de la Guerra Civil, pero nunca se sabe. Quería que los personajes se tomaran su tiempo en desarrollarse y los que aparecen al principio como villanos se conviertan luego en héroes, y viceversa. Desde el comienzo supe que no era para cine porque el cine comprime y aquí quería lo contrario.
–Películas, series de televisión y ahora literatura. ¿De dónde viene todo este «boom vampiresco» y, sobre todo, cuál es su aportación?
–Cada década tiene un cine de género que necesita y en nosotros existe ahora algo urgente que nos está pidiendo mitología vampírica. Habrá que analizarlo cuando pasen unos cuantos años. Nosotros lo que aportamos es una minuciosa y detallada reconstrucción de la anatomía y biología de los vampiros. Además, nuestros vampiros son no condes ni galanes. Sino yonkis.
–Sus películas se ambientan en sitios que no figuran en los mapas. Su novela, sin embargo, está milimétricamente detallada en las calles de Nueva York.
–La manera de conseguir que lo extraordinario se convierta en algo accesible es lo que hay de ordinario a nuestro alrededor. La combinación de estos dos elementos permite la introspección literal de lo que es fantástico.
–En determinados pasajes aborda la monstruosidad del ser humano.
–El hecho de que un vampiro tenga que beber sangre es una cosa brutal, pero que un hombre tenga que matar a otro es una opción que toma deliberadamente, y esto es una cosa que me gusta abordar.
–Siempre va acompañado de su cuaderno. ¿Me podría mostrar lo que ha escrito hoy?
–[Risas]. Lo de hoy, precisamente, no, porque es sobre «El Hobbit». Todo va según lo previsto. Estamos escribiendo y diseñando a la vez, y nos encontramos a punto de iniciar el casting. Empezaremos a rodar en marzo de 2010. La primera parte saldrá en 2011 y la segunda, en 2012. Habrá un montón de nuevos monstruos y lugares. Lo único que te puedo adelantar es que las intersecciones que tiene con la trilogía son muy puntuales. Rivendell, Hobbiton y poco más.
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