Londres
Medio Westminster a la calle
Es el mayor abandono colectivo en Reino Unido desde 1945. Hasta 325 diputados no regresarán a los Comunes.
Westminster está a punto de protagonizar otro episodio histórico: la mitad de los parlamentarios tiene previsto abandonar su escaño antes de las próximas elecciones generales. Desde que el rotativo «The Daily Telegraph» comenzara a publicar los gastos excesivos que los diputados disfrutaban a costa del contribuyente, el goteo de sus señorías que han abandonado la Cámara de los Comunes ha sido constante. Muchos de ellos salían por la puerta pequeña obligados por los líderes de sus formaciones políticas. Otros tomaban la decisión por sí solos ante la humillación de ver su lista de la compra en la primera página del periódico.
Tanto Gordon Brown como David Cameron habían prometido represalias, pero ni la más catastrofista de las previsiones podía imaginar la cifra que ayer recogía el rotativo «The Times». Tras una larga investigación, el periódico británico señaló que al menos la mitad de los 646 parlamentarios dejarán en los próximos meses su cargo oficial. La retirada de hasta 325 diputados supondrá el mayor abandono colectivo desde 1945.
No todos saldrán de la misma manera. Mientras que 30 se verán directamente obligados a dimitir por su implicación en el escándalo, 200 dejarán su puesto por presiones de la opinión pública y otros 90 serán eliminados indirectamente de las listas. A pesar de que la cifra ya es insólita, el periódico advierte de que ésta podría ser aún mayor si finalmente los Conservadores alcanza la mayoría absoluta (algo que predicen todas las encuestas) y los candidatos independientes –que estos días gozan de popularidad ante la indignación del electorado– consiguen finalmente un asiento en Westminster.
El profesor Colin Rallings, director del centro electoral de la Universidad de Plymouth y coautor del estudio, recalcó que se trata de un «hecho sin precedentes desde la II Guerra Mundial».
La formación laborista sería la más afectada por esta estampida. Hasta 170 diputados de las filas de Brown están dispuestos dejar su escaño. «Sé que parece un número enorme, y la verdad es que lo es, pero en cierto modo refleja el nivel de desesperación que existe dentro del partido», apuntó un diputado al periódico.
Ante la noticia, los asesores del «premier» no han hecho otra cosa que meterle aún más presión para que lleve a cabo una gran reforma del sistema y así poder recuperar confianza de cara a los próximos comicios. Las apuestas de esta gran revolución pasan precisamente por determinar un plazo de cuatro años a cada parlamentario para evitar asentamientos y abusos. El plan tampoco descarta una revisión integral de la ley electoral y la misma Cámara de los Lores, una de las instituciones de referencia en las islas, para dar más voz al ciudadano.
Dadas las circunstancias, los pesos pesados del Laborismo también han aconsejado al premier que anuncie de una vez por todas una fecha para las próximas elecciones generales. A pesar de que el líder tory, David Cameron, demanda cada día que éstas se adelanten para el próximo otoño, Charles Clarke, el ex ministro del Interior, matizó a «The Times» que lo más sensato sería fijarlas para el primer jueves de mayo de 2010. _
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