País Vasco

NACIÓN

La Razón
La RazónLa Razón

No todos los vascos son iguales, ni mucho menos. Por eso han botado a Ibarreche con su PNV y votaron masivamente a los partidos llamados nacionales (españoles) que se han aliado para dar a los gudaris el mayor disgusto de su vida: el País Vasco gobernado por un español, ¿dónde se ha visto eso? Pues hasta hace treinta años se veía a diario y nadie se rasgaba las vestiduras. Pero Ibarreche es mucho Ibarreche como para irse a su casa sin persistir en sus locuras identitarias y decisionistas. Lo peor vendrá cuando ETA, los dioses no lo permitan, consiga acertar con uno de sus atentados y resulte que el siniestro Spock salga diciendo que él entiende a los muchachos: es que un español ha profanado Ajuria Enea y eso los pone rabiosos. Dejando a ETA de lado en la esperanza de que los últimos palos la hayan descabezado bastante como para que no resurja, es preciso tener en cuenta el ejemplo vasco por si los iluminados del gobierno y de la oposición acaban entendiendo que es preciso un gran pacto de Estado para sacar a España del desastre en que está y cambiar la Constitución en lo que sea preciso para evitar que gobierno tras gobierno sigan engordando las arcas periféricas en detrimento de las centrales. Treinta años se ha permitido el juego nacionalista y aún tenemos pendiente el fallo del constitucional (¿pero sigue existiendo un tribunal con ese nombre?) sobre el estatuto catalán, que supone la puntilla de facto a la constitución. ¿Será ese el fin de España? El ejemplo vasco parece que dice que no.