Israel
Netanyahu pone en marcha un Gobierno de 30 ministros
«No dejaremos que nadie cuestione nuestro derecho a existir», dijo el nuevo primer ministro en su juramento.
El Cairo- El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha demostrado una gran destreza al hacer auténtico encaje de bolillos para formar gobierno en Israel. El nuevo Ejecutivo, el más amplio de la historia del país, con una treintena de ministros y seis viceministros, juró a última hora de ayer su cargo ante la Kneset (Parlamento israelí) y puso fin a los tres años de mandato de Ehud Olmert, marcados por dos guerras –la de Gaza y la de Líbano de 2006–, y las sospechas de corrupción. Para convencer a sus socios de la coalición gubernamental, Netanyahu tuvo que ceder tantas carteras ministeriales que casi deja sin cargo a los miembros más destacados del Likud. En el último momento, el nuevo jefe del Gobierno conservador tuvo que hacer malabarismos para cuadrar los asientos en la mesa de su Gabinete.Así, en el nuevo Ejecutivo multicolor de Netanyahu se sentarán quince ministros del Likud, cinco del ultranacionalista «Yisrael Beitenu», otros cinco del Partido Laborista, tres del ultraortodoxo «Shas» y uno del religioso Habayit Hayehudi (Hogar Judío). El líder del Partido Laborista, Ehud Barak, conservará su puesto como ministro de Defensa, y el ultraderechista Avigdor Lieberman será el titular de Asuntos Exteriores. La generosidad de «Bibi» hacia los otros partidos que lo apoyan ha provocado malestar en el seno de su formación, y, a la larga, Netanyahu podría pagar cara esta «traición». El primer ministro, que se había reservado la cartera de Finanzas para él, ha tenido que ofrecerla al parlamentario del Likud Yuval Steinitz para no levantar ampollas en el partido. No obstante, Netanyahu llevará la dirección del diseño de la política económica estratégica. Otros ministerios, considerados menores, que han sido destinados al Likud son el de Transportes, Comunicación y Cultura, y Deportes. El diputado Silvan Shalom apagó ayer las luces de alarma ante el riesgo de un cisma en el Likud al aceptar entrar en el Gobierno como viceprimer ministro y titular de Desarrollo Regional. Tan sólo dos mujeres formarán parte del nuevo Gobierno: Limor Livnat, del Likud, que será ministra de Cultura y Deportes, y Sofa Landver, laborista, encargada de la cartera de Inmigración y Absorción.Respeto a los acuerdos de pazA partir de hoy, el que fuera primer ministro israelí hace una década volverá a coger las riendas del país sin haberse comprometido con la demanda internacional de crear un Estado palestino. Aunque los principios del pacto de coalición con los laboristas contienen la promesa de respetar los acuerdos de paz alcanzados por Israel, que incluyen la formación de un Estado palestino, el líder del Likud aún no se ha pronunciado sobre esta cuestión. En su discurso de investidura se limitó a decir que buscará una «paz global» con sus vecinos árabes y el mundo musulmán. Tanto Washington como la Unión Europea exigen a Netan yahu que dirija sus esfuerzos para avanzar en la solución de los dos estados. Aunque Barak es la cara afable del nuevo Ejecutivo de derechas, hay muchas dudas sobre la fuerza que podrá ejercer el líder laborista para contrarrestar el poder de Lieberman, que intentará bloquear toda oportunidad de la paz con los palestinos.Desde los bancos de la oposición, la jefa del Kadima, Tzipi Livni, espera paciente a que se rompa el triángulo amoroso, Netanyahu-Lieberman-Barak, y se colapse este Gobierno.
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