«No me dejo ganar ni por mi madre»

-Desde el Barroque (Infanta Mercedes, 105, Madrid), el restaurante que ha abierto con Luis Medina y Guti , ha decidido plantarle cara a la sangría y al tinto de verano con el Chispazo –combinado de Coca-cola, vermú rojo y una rodaja de naranja–. ¿Lo prepara Fonsi con sus propio manos?-Sí, claro. Es más fácil que verme entre los fogones, aunque en casa sí soy algo cocinillas. El éxito del restaurante no es que estemos nosotros, radica en que se coma rico y tengamos un buen servicio.-Se ha enfrentado a un año complicado con la moto…-He terminado con la sustitución para Suzuki en Moto2 porque mi compañero de equipo se rompió la pierna. Pero tengo un proyecto muy bueno para seguir corriendo que en breve comunicaré.-¿Se acostumbra a estar un día en lo más alto y otro fuera de pista?-De un fin de semana a otro subes y bajas, pero tengo un palmarés que está ahí y me respalda. Decidí no montarme en motos que no fueran competitivas y creo que me ha salido bien la jugada. -¿Ha pensado en tirar la toalla?-No. Lo que gano como satisfacción personal está por encima de todas esas situaciones.-¿Merece la pena la moto como para llevar más de 15 clavos en el cuerpo?-Soy como un torero. Te arriesgas a que te pasen cosas, pero la pasión y las ganas te pueden. Hago lo que más me gusta en la vida.-¿Teme más a los «paparazzi»?-A la prensa del corazón se teme porque no siempre dicen la verdad. A veces hacen daño ya que no contrastan lo que publican o dicen, pero yo nunca he mentido en nada. Por ser transparente me han tratado bien.-¿La mayor locura de su vida la ha cometido sobre dos ruedas?-Tampoco estamos tan locos. Simplemente corro desde pequeño y he aprendido dónde está el límite. Cuando intentas ganar, a veces lo pasas y ocurren cosas.-También pasan el límite de la deportividad algunos de sus compañeros…-Todos queremos ganar dentro y fuera de la pista. Ocurre en cualquier deporte. Lo bonito que tienen las carreras es la competitividad, pero dentro del respeto.-Le incluyen en las listas de españoles «metrosexuales»...-No soy así. A veces te cuidas con cremas porque el casco te destroza la cara y el pelo al llevarlo tantas horas puesto. No me gustaría quedarme calvo, le ha ocurrido a muchos pilotos.-¿Tampoco se ve como un «fashion victim»?-No, lo que ocurre es que ahora los deportistas están considerados ídolos por los jóvenes y se fijan hasta en lo que llevan puesto. Somos un buen espejo en el que mirarse porque llevamos una vida sana.-Pero, ¿tarda más tiempo en arreglarse que su novia, la piloto de Fórmula 3, Carmen Jordá?-(Se lo piensa). Menos, la verdad.-En ocasiones corre con ella en circuitos de karts, ¿quién gana?-Carmen me ha ganado más de una vez. Conduce muy bien y tiene mucho mérito que haya llegado tan alto porque practica uno de los pocos deportes en los que no hay separación entre hombres y mujeres.-¿Lo ha tenido complicado?-Se lo ponen difícil. A nadie le gusta que le ganen, y, si es una mujer, menos. Los pilotos somos un poco machistas y ella lo ha pagado. Aun así, a Carmen no le gusta que la diferencien, quiere ser uno más en la pista.-¿No se habrá dejado ganar por ella?-Yo no me dejo ganar ni por mi madre. En el karting me ha ganado, pero para alcanzarme en la moto le queda mucho.