Operación encomiable

El Valencia C. F. ya puede respirar. Con los 50 millones de euros afrontará a los pagos más urgentes. Imagino que las fichas pendientes de los jugadores, las nóminas de futbolistas y empleados y quizás algo de Hacienda. No es mucho pero, podría ser suficiente para tranquilizar los ánimos y acometer objetivos deportivos –hay que entrar en competición europea- y financieros (ampliación de capital).Para comprender la decisión de «Fomento Urbano de Castellón», hay que detenerse en la personalidad de su presidente, Eugenio Calabuig, con relaciones estrechísimas con el grupo Bancaja, con el Ayuntamiento y con la Generalitat, especialmente con su presidente, Francisco Camps, como se explica en esta misma página. Aparte de la rentabilidad que obtenga, Calabuig acepta acudir en auxilio de una entidad cuando se le requiere, no sólo en beneficio del club «ché» sino de toda una afición.Fomento tiene garantizado el cobro y, además, está invirtiendo en sentimientos y en posibilidades de futuro cuando se produzcan. Aún quedan muchas cosas que arreglar en el Valencia con grandes expectativas de negocio. En este aspecto, Calabuig ha colocado a su empresa en el primer puesto de salida.