Crisis bancaria

Ordóñez modera su discurso y niega presiones tras reunirse con Salgado

Fernández Ordóñez y Salgado coinciden en eliminar trabas burocráticas a la hora de intervenir una caja.

Ordóñez junto a Alfredo Sáez, consejero delegado del Santander, a su llegada a unas jornadas financieras
Ordóñez junto a Alfredo Sáez, consejero delegado del Santander, a su llegada a unas jornadas financieraslarazon

MADRID- El gobernador del Banco de España moderó ayer su discurso, después de sus últimos malos augurios. El más sonado lo protagonizó la semana pasada cuando pronosticó en la Comisión de Seguimiento del Pacto de Toledo del Congreso de los Diputados la entrada en déficit este año del sistema público de pensiones. Su previsión, que levantó la consiguiente polémica, fue contestada desde distintas instancias del Ejecutivo y resucitó el recurrente debate sobre la viabilidad futura del modelo, enterrado en la primera legislatura de Aznar.Pese a la contención de la que hizo ayer gala, la máxima autoridad supervisora negó presiones del Gobierno para que modere el verbo, tras entrevistarse con la vicepresidenta económica, Elena Salgado. Con un escueto «en absoluto», desmintió «una llamada de atención» por parte del Ejecutivo, tal y como reclamaron los sindicatos, después de que él mismo destapara la caja de los truenos con sus malos augurios sobre el futuro de las pensiones. Con una ingenua sonrisa, reclamó reconducir el debate sobre las pensiones en el seno de la Comisión de Seguimiento del Pacto de Toledo de la Cámara Baja. Acto seguido, acusó a «otros», en alusión al ministro de Trabajo y a los líderes de los sindicatos, de causar una alarma «innecesaria» entre los pensionistas. Así, negó que fuera él quien avivara con sus declaraciones la «alarma». Incluso aseguró, al contrario que hace una semana, que un eventual déficit de la Seguridad Social no haría peligrar el futuro de las pensiones. «Otra cosa diferente es la necesidad de acometer reformas en el sistema», puntualizó. Fuentes gubernamentales descartaron que la discreción del gobernador se deba a un toque de atención del Gobierno. «Habrá visto la que ha levantado con sus últimas declaraciones sobre las pensiones y habrá decidido ser más prudente», aseguraron. La realidad es que su discurso más moderado se produce después de hacer él mismo pública su entrevista con Salgado. Fuentes de Vicepresidencia segunda confirmaron las declaraciones realizadas por Fernández Ordóñez sobre el encuentro, que tildaron de «cordial». Ambos coincidieron en la necesidad, según el relato del propio gobernador, de agilizar los trámites a la hora de intervenir una caja de ahorros para evitar la preceptiva autorización por parte del Consejo de Ministros. Requisito que hubo que cumplir en la intervención de Caja Castilla-La Mancha.

Menos entidades y oficinas para afrontar la crisisMiguel Ángel Fernández Ordóñez coincidió ayer con destacados representantes del sector financiero en la necesidad de reducir el número de entidades y oficinas para sortear mejor la crisis económica y estar más preparados para el periodo posterior a la recesión. Durante su intervención en unas jornadas organizadas por ABC y la consultora Deloitte, el gobernador de Banco de España consideró que es posible que en 2010 comiencen los síntomas de recuperación económica, aunque evitó el relato de sus últimas previsiones macro sobre la economía española. Acto seguido, el vicepresidente segundo del Grupo Santander defendió la necesidad de reducir el número de entidades crediticias y de oficinas en el mercado español. Pese a ello, Alfredo Sáenz no puso nombre a las posibles fusiones. Eso sí, consideró un error demonizar a los grandes bancos, así como premiar la mala gestión de una entidad con dinero público y permitir que un banco con dinero público pueda comprar otro. El resto de participantes en las jornadas alertaron sobre la necesidad de controlar la morosidad y, por ende, de no bajar la guardia en las provisiones para afrontar la misma.