Historia

España

«Pantanos Naturales» por Antonio Pérez Henares

«Pantanos Naturales», por Antonio Pérez Henares
«Pantanos Naturales», por Antonio Pérez Henareslarazon

Cuando la efímera moda progre, que jamás progresista, de considerar toda obra hídrica como algo demoníaco, sea por fin arrumbada por la sensatez , empezará a verse en España que los embalses y pantanos no son creaciones de Satán y Franco, sino trabajos humanos de los que sentirse orgulloso, útiles y hasta hermosos y creadores de espacios naturales que mejoran el medio donde se ubican. El talibanismo ecologista teñido de la cursilería tan ñona como peligrosa de algunos de sus gurús entiende que la obra humana, el hombre en sí, debe ser extirpado de la naturaleza y que ésta debe ser intocada e intocable. Vamos que cavar ya está mal visto y si bien un castor puede hacer una presa, un hombre comete la mayor de las atrocidades si construye un embalse. Con tal premisa los bosques serían candidatos seguros a teas, los campos eriales y el medio agrario una postal, que duraría, eso no se dice, una foto si no se cultivara y trabajara. A los ríos, claro, ni tocarlos y a los cauces ni una limpieza. Y allá pena con sequías, avenidas e inundaciones. A su oficina de denunciar no llegan y lo que deben de dejar los agricultores es de labrar y más aún de regar y otras maldades antinaturales. Pues bien. Los pantanos, aunque habrá proyectos rechazables e inadecuados, son obras que A)almacenan líquido vital; B) regulan los cauces para evitar riadas; C) se convierten, y a eso iba de entrada, en maravillosos parajes naturales donde fauna y flora encuentran espacios propicios y el paisaje en tantas ocasiones no sólo sufre, sino que se embellece y ensancha. Me gustan los embalses. Como a todos en cuanto se sacuden la memez de la cabeza y simplemente los miran. La pena es verlos vacíos. Ésa es la triste pena en un país seco como España. Y que alegría que rebosen este año.