Vitoria
Parador de Argómaniz: Estancia palaciega en la llanura alavesa
Antiguo palacio renacentista de la saga de los Larrea, el parador de Argómaniz, a escasos kilómetros de Vitoria, brinda al huésped la combinación ideal entre tradición, modernidad y la mejor cocina vasca
Extensos viñedos dan paso a pequeños pueblos salpicados de piezas románicas de incalculable valor. Entramos en la provincia de Álava. Y a un paso de Vitoria, encrucijada de culturas y civilizaciones, de guerras y esplendores de un pasado no tan remoto, el viajero se topa con Argómaniz, municipio que engatusa por el sosiego que transmiten sus calles. Entre típicas casonas sobresale la figura de un soberbio palacio renacentista perteneciente a la saga de los Larrea, privilegiado refugio donde repuso fuerzas el mismísimo Napoleón antes de asaltar Vitoria. Pero no es un monumento más. Es, desde 1978, el Parador de Argómaniz, un lugar idóneo para garantizar el descanso del caminante y disfrutar de una vista privilegiada: belleza natural de la llanura alavesa, la sierra de Gorbea y el pantano de Ullibarri Gamboa.Tras un extenso jardín de un verde intenso, una vez en el interior, resguardado por paredes de piedra, el huésped encuentra la combinación perfecta entre tradición y modernidad. Equipación del siglo XXICompletamente equipado con acceso gratuito a internet WiFi, aire acondicionado, antena parabólica, calefacción y facilidades de accesibilidad, el parador garantiza una estancia al más puro estilo del siglo XXI. Después de dos años de reforma que han culminado este mes de mayo, el establecimiento destaca por una decoración orientada a garantizar el confort del cliente, gracias a la sobriedad de sus muebles y al uso de tonos suaves que invitan al descanso. En concreto, el establecimiento cuenta con 53 habitaciones, tres de ellas superiores y una suite.Ahora que el buen tiempo acompaña, resulta más que recomendable contemplar un tranquilo atardecer desde la terraza-jardín del alojamiento, mientras la conversación discurre tranquila acompañada de una buena copa de vino de la zona. Cocina tradicionalY si el apetito llama a la puerta, el festín culinario está asegurado sin necesidad de salir del parador. No en vano, estamos en una de las regiones más atractivas para los amantes de la buena mesa. Y para dar fe de ello, en el salón-comedor del establecimiento (antiguo desván y granero del palacio de los Larrea) se sirve una amplia muestra de la cocina regional de la mano del chef Ignacio Sardina Jiménez: pencas de acelgas rebozadas, chorizo con patatas, pochas con codorniz, estofado de ternera, rape en salsa verde, kokotxas al pil-pil, pimientos del piquillo con chipirones… La variedad de los fogones del parador de Argómaniz es más que sugerente para el sentido del gusto. La nota dulce la pondrán platos típicos de la zona, como la intxursalta, a base de leche y nueces, o la coxua, una especie de bizcocho con nata.Para aquellos viajeros que lleguen hasta este rincón de Álava por motivos de negocios, el establecimiento cuenta con cuatro salones con capacidad para 110 personas. Dotados de pantallas, altavoces, videoproyectores y tomas de televisión, el éxito de cualquier evento o celebración está garantizado. Y para que la estancia sea redonda, nada mejor que una excursión a pie o en bicicleta por el embalse del Gorbea, a ocho kilómetros, o por el parque natural de Garaio, a cinco. Los amantes de la historia y la cultura, por su parte, tienen una cita en la capital alavesa, donde la catedral de Santa María resulta una visita obligada.
>> Dirección: Carretera N-1, kilómetro 363. Teléfono: 945 29 32 00. Correo electrónico: argomaniz@parador.es.>> Capacidad: 53 habitaciones dobles, cuatro de ellas especiales: tres superiores y una suite.>> Instalaciones: Bar, restaurante, parking, tienda, salón de conferencias y jardín.
Tarifa especial>> Habitación doble por 70 euros en régimen de alojamiento y desayuno de domingos a viernes. Sábados, 100 euros por estancia.>> Reservas: www.parador.es
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