Arte, Cultura y Espectáculos
París bohemio y literario
Monumental, seductora y cosmopolita, París es una de las ciudades más bellas de Europa y uno de los destinos más visitados del mundo. Aquí se concentran algunas de las principales referencias del arte y la cultura universal. Y para descubrirlo lo mejor es caminar, perderse entre sus calles y avenidas. Y en las galerías de sus museos. Desde luego, nadie debe faltar a su cita con el vértigo en el mirador de la torre Eiffel, preferiblemente al atardecer, para disfrutar desde las alturas del espectáculo de un París iluminado. Aunque si es de día, y si éste está despejado, podremos contemplar un horizonte único que se pierde a unos 60 kilómetros de distancia. De vuelta al suelo tocará paseo por Champs de Mars y pausa en Boulevard Saint-Germain, para rendir culto a los cafés y bistrós que sirvieron de lugar de reunión a poetas, genios, artistas e intelectuales. En el número 172 se localiza el «Café de Flore», uno de los preferidos por Sartre y Simone de Beauvoir; pero la palma se la lleva el mítico «Les Deux Magots», frecuentado por una miríada de ilustres, como Hemingway, Cortázar o Picasso. Lleva abierto desde finales del XIX y en su interior aún resuenan los versos de Verlaine, Rimbaud y Mallarmé. De noche habrá que visitar Pigalle, el barrio de los neones y los cines porno. El que peor fama tiene alberga el cabaret más famoso del mundo: el Moulin Rouge, en la Place Blanche. Quienes prefieran algo menos agresivo pueden subir hasta la colina de Montmartre, cuna de la bohemia parisina del XIX. Y aquí, una sorpresa: un viñedo en plena ciudad. Sus caldos no aparecen en las guías, pero tiene su gracia conseguir una de las pocas botellas que producen estas cepas. Muy cerca, el cementerio de Montmartre. Podemos entrar y pasear entre las tumbas de Stendhal, Degas o Truffaut.
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