Burgos
Partidario de abrir el debate nuclear en España y la UE
La inminente decisión sobre el cierre de la central nuclear de Santa María de Garoña, en Burgos, tiene enfrentados a varios miembros del Gobierno y el PSOE. Representantes de la «vieja guardia», encabezados por el ex presidente Felipe González, se han mostrado a favor de su continuidad. Anteriores ministros como Joaquín Almunia o Carlos Solchaga, también son partidarios de ampliar el funcionamiento de la central más antigua de España, tal como sucede en otros países de nuestro entorno en similares situaciones técnicas.Por el contrario, José Luis Rodríguez Zapatero, en plena campaña de las europeas, exhibe un mensaje radical para captar votos de la izquierda. Zapatero insiste en su discurso «sostenible» y «verde», y parece decantarse por el cierre. Ello recupera el antiguo programa electoral socialista, que fijaba el compromiso de cerrar las centrales al final de su vida. El sector más crítico a la prórroga de Garoña lo lidera el ex ministro Jesús Caldera, actual responsable de la Fundación Ideas, la cantera ideológica del partido. En el seno del Gobierno también existen posturas discrepantes al respecto.Caldera y otros miembros del ala dura del PSOE apuestan por un futuro energético dominado exclusivamente por energías renovables, tesis que avala actualmente Zapatero. Mientras, Felipe González y Almunia son partidarios de abrir un debate sobre la energía nuclear en la Unión Europea. El presidente Zapatero se encuentra ante un dilema: la clausura de Garoña le puede reportar votos radicales y ecologistas, pero al mismo tiempo fuertes críticas por renunciar en plena crisis a una fuente energética mucho más barata, como es la nuclear, y provocar un aumento en el precio de la electricidad.
Pilar Ferrer
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