Italia

Proponen extraer ADN de la tumba de Galileo para comprobar su ceguera

Un grupo de científicos pretende abrir la tumba del astrónomo italiano Galileo Galilei para extraer su ADN y saber hasta qué punto era ciego, en un intento de reproducir las sensaciones que tuvo al observar el universo con su telescopio hace ahora cuatro siglos.
Esta idea, que en un primer momento pudiera parecer un tanto desproporcionada, es defendida a capa y espada por los expertos del Observatorio de Arcetri y del Museo de la Historia de la Ciencia de Florencia (centro de Italia), promotores de un proyecto que pretende averiguar qué vio entonces Galileo en el universo.
«Ésta es la parte más incierta, por el momento, de nuestro proyecto. Habría que abrir la tumba, tomar una parte del tejido que queda de Galileo y después pasar la información a un fisiólogo de los ojos para saber si es posible averiguar el tipo de problema que padecía», explicó a Efe Francesco Palla, director del Observatorio de Arcetri.
El proyecto de estos científicos se enmarca dentro de las numerosas iniciativas previstas para el «Año Internacional de la Astronomía», que se celebra coincidiendo con el cuarto centenario de la primera observación del astrónomo italiano (1564-1642) con un telescopio.
Entre esas iniciativas destaca también la exposición «Galileo. Imágenes del universo de la antigüedad del telescopio», presentada hoy y que permanecerá abierta desde el próximo 13 de marzo hasta el 30 de agosto en Florencia, ciudad en la que el grupo liderado por Palla ya ha obtenido sus primeros resultados.
De hecho, los investigadores florentinos han conseguido recrear las condiciones de la lente de ese primer telescopio para saber con mayor exactitud qué universo fue el que vio Galileo, dada además una minusvalía visual con la que el científico llegó a la tumba, que está ahora en la Basílica de la Santa Croce de Florencia.
Habrá que llevar esos datos del ADN a su época y así «saber hasta qué punto la observación que él hizo estuvo afectada por problemas de visión. Esta parte (del proyecto) es algo más incierta porque requiere aprobaciones e informes que deben venir de los responsables de la Basílica de Santa Croce», dice Palla.
El director del Observatorio de Arcetri reconoce que, por el momento, han recibido una respuesta negativa a la apertura de la tumba del científico, pero no cesa en su empeño de luchar por algo que cree crucial para el desarrollo de esta iniciativa.
«Hay una componente psicológica que es la de capturar las imágenes en las mismas condiciones objetivas de las observaciones de Galileo. Lógicamente el cielo que observamos hoy es distinto por la contaminación lumínica. Él las hizo con un cielo profundo y distinto al actual», comenta Palla.

«A pesar de esto -añade-, podríamos entender cuáles eran las observaciones directas que Galileo hacía y cuáles eran sus interpretaciones. Esto es importante en el caso de Saturno, en el que él no distingue los anillos, sino que ve prolongaciones del planeta que interpreta como satélites», como en el caso de Júpiter.
Palla y compañía ya han obtenido imágenes gracias a la recreación de la lente del telescopio de Galileo que se conserva en el Museo de Historia de la Ciencia de Florencia y esas imágenes han sido reproducidas en formato digital para ser publicadas posteriormente en Internet y que todo el mundo tenga acceso a ellas.
«Los objetos que se observan son exactamente los mismos descritos por Galileo en la obra ‘Sidereus Nuncius' (1610). Tenemos las imágenes de la Luna, de Júpiter con sus hermanos, de Venus y de campos estelares como las Pléyades de Orión», dice Palla.
Científicos de todos lugares se unirán al «Año Internacional de la Astronomía» declarado por Naciones Unidas en honor a la primera observación con telescopio de un científico que en su época fue muy controvertido.
Galileo fue condenado por el Tribunal de la Inquisición por haberse adherido a la teoría del científico Copérnico, que sostenía que era el Sol y no la Tierra el centro del Universo, en contra de lo que se pensaba en su época.