Fotografía

Que se mueran los feos

La Razón
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Ahora que Antena 3 prepara el programa «Cambio Radical», un «reality show» en el que se operará a los más feos para que se vuelvan guapos no puedo por menos que recordar esa obra de Boris Vian titulada «Que se mueran los feos», en la que se describe un mundo obsesionado por la belleza en el que, al final, todos son guapos e iguales y comienza el reinado de los feos. En nuestros días, curiosamente, el culto al cuerpo está dando como resultado que cada vez haya más hombres y mujeres parecidos. Son unos rostros estéticamente correctos, pero que, además de robarle expresión y frescura a las miradas y a las sonrisas, acaban por degenerar en auténticos monstruos. Yo no digo que no haya que acabar con algunos defectos incómodos; pero si seguimos optando por tirar del bisturí hasta el infinito, dejaremos de ser nosotros mismos, para convertirnos en nuestras caricaturas. Y cuando ya todas las chicas seamos como las de Kiraz y todos los chicos como el nuevo novio de Ana Obregón, ¿no pretenderemos empezar a diferenciarnos de los demás, volviéndonos feos? Ojalá no perdamos la cordura y sin descuidar el físico, que además de hermosura debe buscar salud, consigamos ser bellos por el brillo de nuestros ojos, por el alma que se transparenta en la expresión o por esa luz que se irradia al estar enamorado. Porque así conseguiremos sentirnos los más bellos. Y entonces si cabrá repetir con razón de ser el título de Boris Vian: «Que se mueran los feos».