Radcliffe contra Potter: «Ni a Harry ni a mí se nos dan bien las mujeres»

Incomunicado de cuantos le rodean en el búnker que para tal fin han concebido los promotores de la película, a Daniel Radcliffe, que bromea todo el tiempo con Alan Rickman (Severus Snape), le fascina tomarse unos minutos de la entrevista para hablar de música. «Me gusta mucho Vampire Weekend», asegura el ya casi veinteañero, mientras lamenta no haber asistido al concierto que reunió de nuevo a Sex Pistols. Radcliffe ha desarrollado casi toda su carrera profesional dando vida al mago huérfano de la Saga Potter e intentando vencer al mal. -¿Cree que ha tenido que convertirse en un hombre por la evolución que sufre su personaje? -No. He ido adquiriendo todo tipo de conocimientos desde que comencé con la saga. -Pero Harry Potter ya ha madurado, ¿ha crecido usted también? -Sí; al menos, espero que así se vea. Cuando trabajé en la «tv movie» «My Boy Jack» presentí un cambio en mi manera de interpretar, me ayudó como actor. -Esta vez Harry debe enfrentar- se a otra importante muerte. ¿De qué manera se preparó para interpretar ese momento tan triste de la historia? -Fue duro, porque en este punto cada película anterior termina con la desaparición de personajes centrales de la historia, y en cierta forma te afecta. No sé cómo lo tomará el publico, hice un gran esfuerzo y, humildemente, pienso que quedó bien. De alguna forma se trata de una tragedia doble, el hecho de haber sufrido la pérdida de Richard Harris y ahora ver que en el filme se va sir Michael Gambon... pero todo es relativo. Recuerda que Michael vuelve en el séptimo libro como un fantasma... -Ciertos sectores religiosos no comparten la euforia por Harry Potter, incluso lo consideran un «héroe equivocado». -¿De verdad? Me parece bastante interesante. Alguien una vez me dijo en cierta ocasión que se sentía confundida con Harry Potter por las dificultades que tiene para relacionarse con los demás. En todo caso, se trata de novelas que se escriben para que la gente disfrute, para que les cambie el humor y se sientan bien cuando las han leído. Algunos medios disfrutan diciendo cosas ridículas. -Harry tiene ya novia... -Sí, es maravilloso. Me parece genial la llegada de Ginny (Bonnie Wright) a la saga. Aunque no lo creas, se trata de una relación compleja, ya que Harry es el mejor amigo de Ron (Weasley) y ella antes había salido con Dean Thomas. -Supongo que crecer frente a los ojos del público debe resultar una experiencia intensa y que la fama le debe presionar. -Para nosotros es natural porque se trata de la vida que nos ha tocado tener. En realidad, no prestamos mucha atención a la popularidad; al menos, yo no, pero cuando te muestran una foto de tu infancia compruebas cuánto has cambiado. Ha sido divertido, tenemos buenos amigos, hemos aprendido haciendo estas películas y hemos encontrado nuestro destino con la franquicia Potter sería muy estúpido quejarse de nuestra buena suerte. -¿Piensa que su futuro está en Hollywood? -Sí, ese tema me persigue desde hace años. Creo que para mí hay vida después de Harry Potter, pero no quiero distanciarme del personaje porque forma parte de mi existencia, me ha dado las mejores oportunidades y, obviamente, ayudado a establecerme en la industria. Yo quiero ser actor y tener una larga trayectoria, sólo espero que me ofrezcan papeles que no tengan mucho que ver con Potter para poder mostrar todo mi potencial. -¿Recibe muchas atenciones de las mujeres gracias a Harry? -Me temo que no, estoy seguro de que todos los actores somos conocidos entre el sexo opuesto por nuestra profesión. Honestamente, reconozco que hay cierto paralelismo entre mi vida y la historia de esta cinta. Ni a Harry ni a mí se nos dan bien las mujeres... He ido mejorando, aunque me queda mucho por aprender, el hombre que no reconozca que ha pasado momentos difíciles con una chica es un mentiroso. Recibo toneladas de atención de las chicas, pero una cosa es lo que la gente piensa de mí cuando ve la película y otra la realidad. La mía es un poquito gris... -Se trata de un gran compromiso firmar para intervenir en siete películas, ¿siente la misma ilusión con la última entrega que está rodando ya? -Tengo muchas ganas de hacer algo distinto cuando acabe con la serie Potter, y también estoy seguro que voy a echarlo mucho de menos. -¿Sus amigos le tratan de la misma manera que antes de convertirse en Harry? -Se han portado conmigo de forma excepcional, no me ven como Harry, sino como Dan. No negaré que alguno está celoso, pero no he tenido mayores incidentes, la mayoría me muestra su aprecio. -¿Le gustan los muñecos de Harry Potter? -Me resulta muy divertido verlos, muchos niños se imaginan a sí mismos convertidos en figuritas de acción y para mí resulta extraño tener uno en la mano. Me producen una sensación muy rara, no me divierte jugar con ellas, la verdad... -¿Y el éxito no le cambiará ahora, cuando está a punto de cumplir 20 años? -Estoy planeando comprarme veinte Porches y chocarlos todos sólo por conseguir la extravagancia de llamar la atención... No, no lo creo, hasta ahora ninguno de los protagonistas de la película se ha dejado llevar por eso, no hemos cambiado, y supongo que tiene que ver con que nuestros personajes son iconos de una generación. Si fuéramos a todas las fiestas que nos invitan sería difícil para los espectadores separar lo que representamos en el cine y lo que ven en las revistas sobre nosotros. Hubiera sido un error utilizar la fama en beneficio propio, ninguno lo ha hecho. Yo disfruto con mi anonimato, sin tener una vida de cara a la galería, a veces siento que estoy engañando a alguien, porque si bien Harry Potter es un producto de masas, mi vida personal es muy normal y tal vez estoy engañando a todos.