Desarme de ETA
Rajoy lamenta la decisión de la AVT
MADRID- Ni los organizadores movilizaron masivamente a los suyos ni tampoco la ciudadanía se movilizó por cuenta propia ante la concentración convocada ayer por todos los grupos parlamentarios en la Puerta de Alcalá para escenificar una imagen de unidad contra ETA. El PP explicó lo sucedido en el descontento y en la desconfianza de los españoles hacia el cambio en la política antiterrorista que Rodríguez Zapatero intenta «aparentar» en la recta final de Legislatura, sumándose ahora al eslogan de la «derrota» de la banda. También se juzgó como una muestra de la fractura social y de que los ciudadanos no se creen la unidad.
El presidente del PP se reunió en Génova con algunos de los miembros de su dirección, como Ángel Acebes y Eduardo Zaplana, al término de un acto que le ha distanciado de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT). Precisamente, horas antes de la concentración Rajoy lamentaba la decisión de la AVT de no respaldarla y sus medidas palabras, en una conversación con periodistas, dejaban entrever el puntual alejamiento de la organización que preside Francisco José Alcaraz. «Hubiera sido mejor que fuera», vino a decir el jefe de la oposición bajo el argumento de que la convocatoria recogía el eslogan, «Por la libertad, por la derrota de ETA», que han defendido las víctimas durante toda la Legislatura.
El PP no ha rebajado en su discurso público las muestras de apoyo a la AVT, aunque las relaciones institucionales estén atravesando un momento delicado no sólo por las diferencias respecto al acto de ayer, sino también por la decisión de Rajoy de no respaldar personalmente la última manifestación contra la política antiterrorista del Gobierno.
El líder de los populares defendió su decisión de acudir a la concentración con el argumento de que han sido los demás grupos parlamentarios los que se han movido para asumir nominalmente su apuesta por la «derrota» de la banda, a falta de ver si en los próximos días la imagen de unidad se concreta en medidas para aumentar el cerco a los terroristas.
Ya en la concentración, Rajoy advirtió al PSOE de que la «derrota de ETA», lenguaje que los socialistas han asumido tras el atentado , exige la ilegalización de ANV y el rechazo a la negociación. «Venimos, como siempre, a defender una política, que es la de la derrota de ETA, que en este momento se plasma en una afirmación clara y contundente de que no se va a volver a negociar nunca más con la organización terrorista y en la puesta en práctica de la ilegalización de ANV y PCTV».
El ministro de Trabajo, Jesús Caldera acudió a la concentración en representación de la Ejecutiva del PSOE, aunque fue «expresamente encargado» por el presidente del Gobierno y el resto de los ministros y en nombre de ellos de condenar el atentado. «Represento al Gobierno y quiero estar con todos los españoles en esta firme repulsa», declaró.
El ministro subrayó que cualquier acto de terrorismo es «estéril» y que «quienes lo cometen pagarán por sus crímenes».
El portavoz del Partido Socialista en el Congreso de los Diputados, Diego López Garrido, sentenció que la imagen de unidad plasmada en la concentración contra la banda terrorista ETA «no puede, y no debe desaparecer». Por su parte, la presidenta de la Asociación 11-M, Pilar Manjón, aseguró ayer que se cree «en esta unidad igual que en los Reyes Magos».
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