Nueva York
Republicanos en peligro de extinción
La perfecta máquina política republicana está desquiciada. Sin un líder claro, los conservadores vagan dando tumbos.
El primer secretario de Seguridad Nacional de la Administración Bush, Tom Ridge, desdice en una entrevista a la CNN al ex vicepresidente Cheney. Según Ridge, Cheney se equivoca cuando acusa al presidente Obama de hacer más débil a Estados Unidos. Uno de los senadores republicanos más veteranos, Arlen Specter, se ha pasado a los demócratas. «Joe, el fontanero» ha dejado hace días de ser consejero del Partido Republicano porque les acusa de gastar demasiado...
La serie sigue. La ex candidata a la Vicepresidencia, Sarah Palin, faltará a una importante cena de gala de su partido, y el presidente del comité, Michael Steele, se ha tenido que tragar sus comentarios de que las mujeres tienen derecho a abortar.
Mientras, Cheney, famoso porque siempre prefirió trabajar en la sombra de la Administración, no para de visitar platós de TV para atacar a Obama. Y eso pese a que su índice de popularidad está por los suelos. Muchos se preguntan qué opina el ex líder republicano George W. Bush, que acaba de amueblar su nueva casa de Dallas en su querido Texas. ¿Qué es esto? El Partido Republicano.
Al margen de los debates en los medios, lo cierto es que los conservadores han perdido el Congreso, la Casa Blanca y a uno de sus grandes veteranos del Senado, Arlen Specter. El político de Pensilvania decidió cambiarse de bancada y de partido.
El experto en política de la Universidad de Carolina del Norte, Steve Grenne, admite a LA RAZÓN que «los republicanos no van en la dirección correcta. Han perdido en las dos últimas elecciones y las encuestas más recientes apuntan a que han cedido posiciones entre el estadounidense medio, el votante que se suelen identificar con ellos», analiza Grenne.
Entre sus recomendaciones, destaca la necesidad de moderar las posturas. Es la única manera de hacerse con el electorado moderado. A juicio del profesor de política de la Universidad Rutgers, Frank Fischer, el abandono de Specter «es otro síntoma de la crisis» republicana.
Fischer admite que este senador no tiene muchos amigos en el Partido Demócrata debido a su respaldo a los jueces conservadores de la Corte Suprema, pero admite que Obama es «pragmático». Y, además, el líder demócrata le necesita para aprobar su reforma sanitaria en el Congreso, su próximo gran objetivo.Marginales en el noreste del país
La pérdida de peso de los republicanos en el liberal noreste del país comienza a ser traumática. «Todo lo que tienen son dos senadores de Maine, los menos conservadores del partido», explica Grenne a este diario. Ya lo dijo Specter cuando anunció su cambio de bando. «200.000 electores se han cambiado al Partido Demócrata», explicó después de anunciar que Obama va a hacer campaña por él en las elecciones al Senado en 2010.
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