Castilla y León
Sal y vinagre
El empleo es el pilar que sujeta el sistema financiero y un plan basado en la garantía de los puestos de trabajo debería ser la cuerda que nos sacase del agujero de la crisis económica actual. Hasta ahora el Gobierno de Zapatero se ha movido tarde y mal. Cada comparecencia en el Congreso de los Diputados del presidente significa un anuncio equivalente a un grano de arena en el desierto. Las medidas hacen bulto, incluso reducen sensiblemente las listas del paro, pero esa no es la solución. Hay que agarrar al toro por los cuernos y no escatimar en esfuerzos baldíos. Supongo que no será nada fácil, si no mi trabajo estaría en el despacho del ministro y no en la barrera, contando lo que sucede aporreando las teclas de un ordenador. Pero las sensaciones no son buenas en este aspecto. Los cacareados «Planes E» son como una ensalada mal aliñada y es necesario encontrar el punto de sal. En Castilla y León hay fijada una reunión para el próximo jueves. Juan Vicente Herrera recibirá en Valladolid al ministro de Trabajo, Celestino Corbacho. Sobre la mesa acciones de choque conjuntas en otro gesto de que algo ha cambiado en la relación que mantiene nuestra comunidad en el Palacio de la Moncloa. La Junta pretende que de los Presupuestos Generales del Estado salgan 25 millones de euros para poner en marcha programas que generen empleo y para incrementar los fondos en otras medidas que ya se han puesto en marcha. Quizá no le venga mal a esta lechuga un poquito de aceite de oliva.
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