Francia
Sarkozy aplaude la unidad PSOE-PP frente a ETA
Si la mediática esposa del presidente de la Républica francesa visitara nuestro Congreso más a menudo, se acabaría, seguro, con el absentismo de los diputados. No se recordaba un lleno semejante en la Cámara Baja en horas tan tempranas. Se entiede: la actividad parlamentaria no tiene tanto atractivo como Carla Bruni. Debieran haber visto ustedes las caras de decepción de sus señorías cuando Nicolás Sarkozy apareció a pie, por la verja de la calle Flordiblanca, acompañado por José Luis Rodríguez Zapatero pero sin su espectacular señora. Menos mal que los servicios de la Cámara anunciaron rápido: «La señora de Sarkozy vendrá en unos minutos». Los rostros mutaron de la decepción a la algarabía cuando Bruni asomó por la tribuna de autoridades. La primera dama de Francia, impecablemente vestida de negro y blanco, se sintió tan expuesta a las miradas que pidió la situaran en la segunda fila, y no en la primera de la tribuna. Habló primero el presidente José Bono, y como si no hablara, porque las miradas seguían fijas en Bruni, y ella pendiente de un Sarkozy que empeñó su palabra en la creación de un «Estado mayor conjunto de seguridad» para la lucha común contra el terrorismo y el tráfico de drogas. Fue un discurso comprometido, de mano tendida y muy revelador del estado de las relaciones francoespañolas, en especial en la lucha contra ETA. «Francia luchará contra los terroristas hasta acabar con el último» y «Francia perdería su honor si fuese santuario de terroristas», afirmó rotundo. Sarkozy se llevó, sin duda, la ovación más prolongada cuando anunció su apoyo decidido a la democracia española, «sea cual sea su color político» para acabar con el terrorismo, y recalcó cómo «toda Europa aplaudió cuando los dos grandes partidos españoles demostraron que podían hablar con una sola voz frente al terrorismo» porque ésa no debe ser una «lucha partidaria». El presidente francés, que no siguió ni un sólo párrafo del discurso que habían repartido sus colaboradores previamente, se comprometió también a defender activamente la presencia de España en el G-20 «para que vea por fin reconocido su estatus económico en el siglo XXI y tenga una plaza de pleno derecho en las cumbres. «El mundo tiene necesidad de escuchar la voz de España», dijo. Luego, manifestó además su voluntad de acelerar las obras de infraestructuras destinadas a mejorar la comunicación entre los dos países por los Pirineos, en concreto para que en tres años la conexión Barcelona-Lyon estén conectadas por alta velocidad en menos de cuatro horas. CARLA BRUNI pidió que la pusieran en segunda fila de la tribuna para no restar protagonismo a la intervención de su marido en el Congreso. Francia perdería su honor si fuese santuario de terroristas. Los asesinos no ven la mano tendida, sino la debilidad» «Debe haber un Estado Mayor Común para la seguridad, que persiga a todos los terrorismos y otros delitos» «Rindo homenaje al Rey por su papel en el 23-F, el último combate entre la democracia y la dictadura en España»
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