Semana Santa de fervor y tradición

MADRID- La Semana Santa madrileña gana cada año en fieles y prestigio. Con una mezcla de la solemnidad castellana y el fervor andaluz, cada vez son más los vecinos y turistas que se acercan a ver las dieciséis procesiones, los dos vía crucis y la tamborrada de la capital. La del Cristo de la Fe y el Perdón, de la Hermandad de los Estudiantes, inaugura la Semana Santa con el primer vía crucis. Hoy, Domingo de Ramos, comienzan siete días solemnes y emocionantes. A partir del Miércoles Santo, los pasos centenarios inundarán las calles de la ciudad, especialmente en el centro, aunque los devotos de los distritos de Salamanca, Villaverde y Carabanchel, pasean también a sus imágenes por sus barrios. Para disfrutar del mosaico de tradiciones españolas que se crea, es importante acudir tanto al paso de Jesús de Medinacili, la que más fervor despierta, como a la de Jesús del Gran Poder que acompaña a la «Macarena» madrileña, María Santísima de la Esperanza. Si bien la primera estremece en su solemnidad, las saetas que dedican a la segunda transportan a los visitantes a las estrechas calles sevillanas. La Macarena coincide con la procesión de Jesús el Pobre y María Santísima del Dulce Nombre, dos pasos que, al igual que otros y por la estrechez de las puertas de las parroquias del centro de la ciudad, han de sacarse en cuclillas, el primero, y de rodillas, la segunda. La emoción contenida al ver el esfuerzo de los costaleros y la imagen devota asomar a la calle estalla en estremecedores aplausos cuando culmina la penosa tarea. Y si hay una procesión que impacta a quienes la presencian por primera vez, esa es la del Silencio. Nuestra Señora de los Dolores y el Cristo de la Fe recorren el entorno de Atocha sin que se escuche otra cosa que los aldabonazos a los costaleros. Pero no sólo en la capital hay procesiones, en toda la región se sacan las imágenes y se representa la Pasión de Cristo. Por ejemplo, en Colmenar Viejo ya se desarrolló ayer la representación de la Pasión en vivo, por parte de los vecinos de la localidad. También es famosa la pasión viviente en Chinchón.