Policía
Sexo tántrico
Es sabido que los orientales tienen técnicas antiquísimas para todo. En esta columna de hoy me centraré en el Tantra, o la expansión de la mente por la liberación de energía. Diríamos que pudiera ser la concepción energética del hombre, que para su buen estado físico necesitaría llevar una dieta adecuada, una respiración adecuada, un ejercicio adecuado, una relajación adecuada y un pensamiento adecuado. En resumen, lo que abarca la filosofía del yoga, o el yoga en estado puro. Durante el acto sexual se produce una circulación consciente de energía en ambas partes de la pareja y también del uno hacia el otro, pero a veces se pierde debido a la falta de consciencia de este fenómeno. Sin embargo, muchos se sorprenderían al comprobar con qué facilidad la mente puede percibir ese flujo de energía si dejamos que nuestra intuición se ponga en contacto con el cuerpo de nuestra pareja; por eso las posturas tántricas fueron creadas para canalizar con más facilidad esa energía. Cuando una persona acepta el acto sexual como un regalo, se dan intercambios a varios niveles: un intercambio físico, un intercambio de polaridades vitales y un intercambio espiritual, una comunión entre dos almas. De esta forma se incrementa la calidad de los sentimientos en el seno de la pareja. Es importante recordar que, según esta filosofía, no se recomienda la abstinencia sexual prolongada, ya que desemboca en una acumulación de corrientes innaturales dentro del cuerpo. No estaría de más hojear los textos tántricos: quedaríamos sorprendidos de nuestra torpeza en el terreno del sexo.
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