Crítica

Tal para cual

La Razón
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Juventudes MusicalesObras de Purcell y Haendel. Ann Hallenberg, mezzosoprano. Les Talens Lyriques. Christophe Rousset. Auditorio Nacional. Madrid, 28-V-09

Menos público del habitual en el ciclo de Juventudes Musicales para un concierto barroco con programa bien planteado a cargo de la mezzo Ann Hallenberg y Les Talens Lyriques, dirigidos por Christophe Rousset. Bien planteado por su duración, menor de lo habitual, lo que es importante cuando se cuenta con una única solista y bien planteado porque hubo variedad y calidad.Hallenberg posee una voz de volumen consistente y buena proyección, sólida tanto en el registro agudo como en el grave. Mostró gusto y musicalidad, especialmente en el aria de Dido del tercer acto de la ópera de Purcell, con los adecuados matices expresivos en cuanto a intimidad y delicadeza. Algo toscoSu Haendel no posee quizá la redondez y sutilezas de otras grandes, puede resultar algo más tosco, pero permanece siempre su instinto para los ritmos barrocos y algo también importante como es el cuidado en no forzar en fortes ni agilidades. Fue bien acompañada por Rousset, un especialista en el género con más oficio que inspiración y más precisión que vivacidad, quien supo intercalar entre las arias acertados pasajes instrumentales sin afán de protagonismo. Solista, conjunto y director caminaron por la misma senda y brilló la homogeneidad.