Barcelona

«Temo que mañana nos apedreen»

¿ Conductores de los autobuses de las «líneas ateas» se muestran incómodos con la campaña ¿ Creen que los usuarios pueden sentirse molestos y se quejan de que la empresa no les ha avisado

«Temo que mañana nos apedreen»
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MADRID- La campaña de publicidad en autobuses por parte de ateos y cristianos comienza mañana. Las líneas 3 y 5, llevarán la publicidad atea mientras que el lema cristiano tomará los autobuses de las líneas 20 y 147. La iniciativa, ideada por los ateos y contrarrestada por los cristianos, ha suscitado opiniones a favor y en contra entre usuarios, medios de comunicación, políticos... pero ¿qué piensan los conductores de los autobuses? Los conductores de estas líneas se expresaban ayer sorprendidos ante la noticia. Muchos ni siquiera tenían conocimiento de la campaña publicitaria y menos aún de que comenzase mañana. Aseguraron que desde la empresa nadie se ha dirigido a ellos para informales. Sin noticias Alfonso, conductor de la línea 5, denunció a este periódico que «nadie me ha dicho nada, es la primera noticia que tengo». Esta era la opinión más comentada entre los conductores, quienes al margen de la polémica suscitada con las campañas religiosas, se centraban en su trabajo: «A mí me da lo mismo, yo voy a seguir haciendo mi trabajo de la misma manera, me da igual lo que hagan con la publicidad, además, si la ley lo permite, será por algo», comentaba Jesús, conductor habitual del turno de tarde de la línea 5. A ellos lo que más les preocupa es que se puedan registrar incidentes y que acaben teniendo problemas con algunos viajeros. Este sentimiento era más acusado entre los conductores cuyos autobuses lucirán el lema: «Probablemente Dios no existe. Deja de Preocuparte y disfruta de la vida». Jesús comentaba que mañana tendrá que conducir uno de estos autobuses: «lo mismo un día sube uno y se pone violento o me dice cualquier tontería, vete tú a saber», «a lo mejor te apedrean el bus porque no les gusta la publicidad. Me temo que el martes volveré a cochera con alguna luna rota». Su compañero Ricardo, que también conduce otro autobús de la línea 5, se mostraba ayer igualmente en alerta «A mí, mientras no nos apedreen, me da lo mismo. Pero eso lo veremos a partir del lunes...». En lo que también coincidían es en la polémica que se puede generar con los recorridos de los autobuses, ya que compartirán tramos como del Paseo de la Castellana. La líneas 5, atea, y la 147, cristiana, contarán, incluso, con una parada común, la de Plaza Castilla. Ricardo, el conductor de la 5, afirmaba que la campaña publicitaria «está hecha para convencer a unos y otros, además, las líneas ateas pasan por zonas cristianas, y los cristianos por zonas ateas». «Esto generará polémica, y al final lo pagaremos nosotros, que no tenemos culpa de nada», se quejaba. Los usuarios Pero no sólo los conductores temen encontrarse el lunes con problemas. Los usuarios aseguraban ayer que no podían dejar de utilizar el autobús. Tendrán que subirse si quieren llegar a tiempo a sus trabajos o al colegio, pero algunos aseguran que la campaña les incomodará. Dos mujeres, Ángela y Concepción, subidas en el 147 con dirección Barrio del Pilar, hablaban abiertamente de su problema: «soy apostólica y cristiana, pero tendremos que coger el autobús que pase porque no tenemos otra forma de llegar al trabajo», comentaba Concepción; su compañera afirmaba que su domicilio está dentro del recorrido de la línea 5 «no me va a quedar otra que cogerlo». Los jóvenes se mostraban algo más tolerantes. Sara, una joven de 22 años, mientras esperaba el 5 en la conflictiva parada de Plaza Castilla, declaraba que «a mí me da igual la publicidad que tenga el autobús, yo sólo quiero que me lleve, me da igual que sea cristiano que ateo». En el 147, la línea «cristiana» Luis viajaba ayer Castellana arriba: «Creo que por encima de todo es una cuestión de crear polémica, de buscar llamar la atención de la gente. No te voy a decir si soy ateo o cristiano, creo que esas cosas deben quedar en la intimidad y no en los autobuses. No hay por qué batallar». Los escépticos Una gran cantidad de usuarios se posicionaban en una postura un tanto al margen de la cuestión religiosa: «Me sorprende que la gente se gaste el dinero en intentar convencer de algo que es muy íntimo, sobre todo con la crisis que hay. Pero a mí no me van a condicionar». Ricardo, conductor de la línea 5, concidía; «Hay otras muchas cosas más importantes en las que centrarse, hay muchos más problemas en la vida». En cuanto a los lemas publicitarios que portarán los autobuses, el verdadero núcleo de la polémica, en los ateos se podrá leer: «Probablemente Dios no existe. Deja de preocuparte y disfruta la vida», un eslogan que Margarita aseguraba ayer que le molestaba «porque han asociado a Dios con el hecho de no poder disfrutar de la vida y eso es una ofensa para cualquier creyente». En los autobuses cristianos, por su parte, el mensaje será: «Cuando todos te abandonan, Dios permanece contigo». Dos puntos de vista encontrados que mañana se podrán ver recorriendo las calles, en una campaña que se inició en Londres y en Barcelona, no sin polémica. Ahora llega a Madrid para tomar cuatro líneas de autobuses que confluyen, en parte de su recorrido, en los mismos tramos.