Tráfico actualiza la estadística con mil muertos «olvidados» en 2007

El número de muertos en las carreteras españolas durante 2007 ascendió a 3.823, mil fallecidos más de los 2.741 reconocidos inicialmente por la Dirección General de Tráfico en enero de 2008. Este incremento de más de un 25 por ciento de las cifras oficiales se debe a la inclusión, durante el pasado mes de diciembre, de quienes murieron durante los 30 días posteriores al siniestro, tal y como se computa el número de víctimas en la UE.
La publicación de estos datos pone de manifiesto el fracaso del Plan Estratégico de Seguridad Vial puesto en marcha por el Gobierno de Rodríguez Zapatero a su llegada al poder, que establecía como objetivo la reducción de la siniestralidad durante 2007 a 3.588.
De los cinco años de vigencia del plan, a falta de 2008, sólo el primero cumplió con el objetivo. En 2004 se logró un descenso de 34 víctimas. Un año después, murieron 41 personas más de las previstas, cifra que aumentó a 130 en 2006 y casi se duplicó en 2007 (235).
Aumento de los accidentes
Otro dato preocupante es que tampoco se ha logrado reducir el número de accidentes. Desde 2004, año en el que se puso en marcha el plan, el número de siniestros con víctimas ha aumentado un seis por ciento y ha pasado de los 94.009 de 2004 a los 100.508 de 2007.
Sin embargo, a falta de que el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, confirme los datos de 2008, cuya presentación se ha aplazado hasta el próximo lunes, ha logrado una reducción de la mortalidad en la carretera de un 20 por ciento, con más de 560 muertes menos que en 2007. Según estimaciones hechas por LA RAZÓN, más de 2.180 personas fallecieron el pasado año en las carreteras españolas. Este cálculo –que sólo incluye a los muertos hasta las 24 horas posteriores al accidente– supone el mayor descenso desde 1994, en el que 4.206 personas perdieron la vida al volante, 627 menos que en los 12 meses anteriores.
El punto de inflexión en la siniestralidad se produjo en 2004, año que el que se logró rebajar la cifra de 5.000 fallecimientos en la carretera y se inició un descenso en la mortalidad que se ha mantenido de forma constante, con una rebaja de las cifras de más de 1.500 víctimas mortales anuales en un periodo de cuatro años.