España
Un ajuste traumático
Las características estructurales del mercado de trabajo, la creciente pérdida de competitividad de nuestra economía y el derrumbe del sector de la construcción son las causas fundamentales que explican que una vez más el ajuste de la economía española se produzca de la forma más traumática, mediante la fuerte destrucción de empleo, muy superior a la que se está produciendo en países con crecimientos más reducidos.
En efecto el pasado año ha sido nefasto en España, alcanzando más de tres millones de parados, la mayor parte procedentes de la construcción, además de comenzar a detectarse importantes reducciones en la industria e incluso en los servicios. La población activa ha crecido con cierto ritmo, aunque más moderado que en años anteriores, si bien es entre la población extranjera donde el incremento es más intenso. Un todavía considerable crecimiento en el número de activos, unido a una variación negativa del empleo, ha dado lugar a un aumento del desempleo, situándose el número de parados registrados en 3.128.963 en diciembre, lo que implica un incremento de más del 38% en sólo un año, lo que le sitúa entre los más altos del mundo desarrollado.
Para paliar este problema, habría que realizar reformas en el mercado laboral. La introducción de incentivos a la movilidad geográfica en la regulación laboral constituye un importante mecanismo de ajuste en el mercado de trabajo.
Para incrementar rápidamente la competitividad apremia la reducción de las cotizaciones sociales, sobre todo las que corren a cargo del empleador, y del Impuesto sobre Sociedades, pues superan ambos la media europea. La reducción de la carga fiscal de las empresas se erige como una de las alternativas más efectivas para reactivar el mercado de trabajo, mejorar la productividad y beneficiar al comercio exterior. Si no se toman rápidamente medidas estructurales, el desempleo puede seguir una tendencia galopante en 2009.
* Director General del IEE
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