Un forofo del Madrid que buscaba un destino vasco

MADRID- Hacía tan sólo un año desde que Carlos Sáenz había abandonado su Burgos natal para emprender una nueva vida como agente de la Guardia Civil en la localidad mallorquina de Calviá. 376 días al servicio de la patria han sido los que este burgalés ha podido cumplir hasta que el brutal atentado le arrancó la vida, precisamente cuando se encontraba patrullando.Carlos Sáenz de Tejada García tenía 29 años y era natural de Burgos, en donde residió con sus padres hasta que ingresó en la Guardia Civil. Tenía dos hermanas y había intentado varias veces entrar en la Policía Nacional tras cumplir la mayoría de edad y terminar los estudios de educación Secundaria Obligatoria.Con veinte años ingresó en el Ejército profesional, donde comenzó a operar en la Unidad de Transmisiones I, cuya sede se encuentra en la Base militar «Cid Campeador», situada en la localidad burgalesa de Castrillo de Val.Tras prestar servicio durante siete años, decidió presentarse a las pruebas de la Guardia Civil, las cuales aprobó el 18 de febrero de 2008, para desplazarse a su primer destino, Palma de Mallorca, el 19 de julio de ese mismo año.«Miedo, nunca»Casualmente, un primo suyo vive enfrente de la casa cuartel de la Guardia Civil en Burgos, que en la madrugada del día anterior había sufrido un atentado dejando 65 heridos leves, daños materiales y ninguna víctima mortal. Otro familiar del fallecido, su primo Guzmán Ortega, aseguró ayer a Efe que Sáenz no tenía ningún miedo al terrorismo y que, de hecho, «su primera idea cuando entró en la Guardia Civil era ir a las Vascongadas destinado», aunque al conseguir ir a Mallorca «estaba tan contento que decidió cambiar de opinión».Guzmán Ortega describió a su primo como «una persona muy buena, muy tranquila», que disfrutaba mucho viendo el fútbol y en concreto a su equipo, el Real Madrid, del que era «forofo».Según el primo de la víctima, «el Ejército y la Guardia Civil eran algo que siempre le ha gustado y que era su vocación», al tiempo que denunciaba que los terroristas siempre van contra todo lo español, que es su enemigo: «No se libra nadie, son asesinos. No sé lo que quieren, ¿la independencia? es que no quieren nada, son unos criminales», declaró.Guzmán Ortega afirmó que los padres de Carlos están « destrozados» por la pérdida de su hijo en el brutal atentado.