Coslada
Un policía de «El Bloque» agrede a una testigo protegida al salir de la cárcel
Adrián fue detenido por el incidente y ahora está en libertad a la espera de que se celebre el juicio
MADRID- «¿Tú qué has contado gilipollas?» Irina se topó con su peor pesadilla hace casi un mes. Esta joven rumana, testigo protegida de la «Operación Bloque», paseaba tranquilamente por la calle el pasado 9 de febrero cuando Adrián, imputado en la presunta trama de corrupción policial y en libertad, se cruzó en su camino. Era la última persona con la que Irina hubiese deseado tropezarse.
El azar, sin embargo, no entiende de anhelos ni este joven policía de formas así que según la vió, se acercó a ella. Adrián iba acompañado, en ese momento, de una chica y otro joven. «¿Qué has contado gilipollas?», le dijo. Irina, primero se quedó de piedra. Sabía que había abandonado la cárcel y por eso se había mudado. Un nueva vida y domicilio fuera de Coslada, en otra localidad. Las palabras se quedaron cortas en ese breve intercambio dialéctico y Adrián la empujó, ella se defendió, pero cuando se percató de que no tenía nada que hacer, el miedo la hizo buscar su teléfono móvil. Marcó el número de la Policía y empezó a contar lo que estaba sucediendo. Era de noche, alrededor de las nueve de la noche. De repente, Adrián, por la fuerza, le quitó el teléfono. «¿Sí? No se preocupe soy un policía local de Coslada», le dijo a su interlocutor. Al final, una patrulla se personó en el lugar. Las razones que Adrián esgrimió en su defensa no convencieron a los agentes y se lo llevaron detenido.
Uno de sus acompañantes se fue andando calle abajo, pero la chica, por lo visto, perdió los papeles, se puso histérica y acabó en comisaría. Se da la circunstancia de que Irina no es sólo una testigo protegida que ha facilitado bastante información a los investigadores del caso, además, esta joven fue compañera sentimental de Adrián en su momento. Antes de que el pasado mes de mayo la «Operación Bloque» copase las portadas de los periódicos y abriese los informativos televisivos, Irina sufrió una agresión por parte de Adrián.
El policía local imputado lanzó una piedra contra el cristal del coche donde esta rumana estaba aparcada con una amiga. Una «hazaña» plasmada en el sumario del caso minuto a minuto gracias a los detalles que describían los policías en sus conversaciones telefónicas.
Pilló en plena huelgaUn juez impuso a Adrián una orden de alejamiento tras el suceso. No hubiese hecho falta. El municipal pasó una buena temporada entre rejas cuando se destapó la presunta trama de corrupción policial.
En cualquier caso, la medida expiró el pasado diciembre y no ha sido renovada. Con lo que, a la espera del juicio por esta agresión, suspendido porque coincidió con la huelga de funcionarios de justicia, Irina se siente desprotegida. Cuando los agentes de «El Bloque» estaban en prisión la tranquilidad de esta testigo protegida no existía. Sufrió varios incidentes y encontronazos con los amigos y compañeros de los entonces encarcelados. Nadie hizo nada y ahora, tampoco parece que a nadie le preocupe la suerte de esta chica. Cuando comenzaron a salir de la cárcel y ante la inminente puesta en libertad de Adrián, Irina cambió de vida. Cogió sus cosas y se fue. El ambiente se había enrarecido. Recibía unas extrañas llamadas al móvil desde números ocultos. «Eres una hija de puta», «puta» o simplemente risas era lo que oía al descolgar. Por eso cambió de teléfono igual que de casa, pero no es suficiente. «El Bloque» sigue cruzándose en su camino.
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