Un presidente para impulsar Galicia hacia el siglo XXI

Alberto Núñez Feijóo toma hoy posesión como presidente de la Xunta de Galicia y se cierra así la desafortunada etapa que representó el bipartito de socialistas e independentistas. Núñez Feijóo no puso paños calientes al horizonte gallego en el pasado debate de investidura y habló sobre las dificultades de la «peor crisis de la historia» de Galicia. Que la verdad, por dura que sea, presida la relación con el ciudadano es una condición necesaria para recuperar la confianza y la credibilidad de las instituciones. El catálogo de iniciativas del nuevo presidente contrasta con la resignación y la parálisis de su predecesor. La ambiciosa rebaja fiscal, la reforma de la Ley de Cajas, el plan de empleo, el de vivienda y un intenso programa para relanzar las infraestructuras, incluidas todas las actuaciones previstas en el pasado Plan Galicia, se combinarán con una forma de gobernar austera y racional en el gasto administrativo, como demostrará con la anunciada reducción del aparato burocrático de la Xunta, frente a otros gobiernos que no han hecho más que engordar el número de altos cargos. También es un acierto la derogación del decreto del uso del gallego en la enseñanza y que se alienten espacios de libertad frente a la imposición pasada. Feijóo tiene la confianza de los gallegos para impulsar Galicia hacia el siglo XXI.