Un refugio virgen en Almería

Acantilados volcánicos conviven con dunas, salinas y caletas. Para disfrutar de esta sugerente combinación no es necesario salir de España. La mágica alianza de elementos se encuentra al borde de la península Ibérica. Es el Cabo de Gata, la zona más virgen y menos explorada de la provincia de Almería. Recorrer a pie estos confines es una de las experiencias más recomendables para todo viajero que se precie. Tras serpenteantes caminos, el paseo tendrá su recompensa al llegar al faro que se yergue en la punta del cabo. Una vez aquí, el tiempo parece correr más despacio, mientras el suave runrún de la brisa acaricia el rostro. La naturaleza es uno de los puntos fuertes de esta «guarida» almeriense. No en vano, el Parque Natural de Cabo de Gata comprende un lecho marino con una fauna y flora que resultan una delicia para los buceadores. En el aire también queda patente la riqueza natural de la zona, pues miles de aves migratorias recalan aquí. En La Joya de Cabo de Gata, (www.toprural.com), una finca con dos cortijos en pleno corazón del Parque, el viajero puede alojarse desde 40 euros la noche.