Estados Unidos

Una hispana en la Corte de Obama

Entre los magistrados que barajan los analistas políticos para sustituir a David Souter aparecen sobre todo mujeres.

Una hispana en la Corte de Obama
Una hispana en la Corte de Obamalarazon

NUEVA YORK- El presidente norteamericano, Barack Obama, ordenó a principios de febrero acelerar el proceso de búsqueda de posibles candidatos para reemplazar a los jueces de la Corte Suprema de Estados Unidos, el más alto tribunal del país que encabeza el Poder Judicial. Entonces, el líder demócrata siguió de cerca la evolución de la salud de una de sus miembros: la magistrada Ruth Bader Ginsburg, de 70 años, considerada liberal, a la que acababan de intervenir debido a un cáncer de pancreas. En 1999, Ginsburg, segunda mujer en ocupar un asiento en esta corte establecida por la Constitución estadounidense, ya se había enfrentado a un cáncer de colon. Lo superó después de someterse durante ocho meses a sesiones de quimioterapia. Por esas fechas, en las quinielas del presidente se encontraba Sonia Sotomayor, que lleva 16 años en la Corte de Apelaciones. Ayer, el nombre de esta puertorriqueña, educada en el Bronx, volvió a ponerse en boca de los analistas como una de las candidatas a sustituir a otro juez del Tribunal Supremo, David Souter, de 69 años. El margistrado con fama de progresista se retirará el próximo mes de junio. De confirmarse las especulaciones sobre el futuro de Sotomayor, esta licenciada en Yale sería la primera persona hispana en conseguir un puesto en esta Corte, a la que se llega por nombramiento directo del presidente de Estados Unidos. Después de la decisión del mandatario, el nuevo magistrado tiene que ser ratificado por el Senado. En este caso, el vicepresidente norteamericano, Joe Biden, veterano de la Cámara Alta, será determinante en el proceso de selección. La filtración de la vacante en el Tribunal Supremo salió de la Casa Blanca en la noche del pasado jueves. Los jueces sirven en esta corte de forma vitalicia y sólo pueden ser destituidos por el Congreso mediante un proceso de «impeachment» (moción de censura), aunque pueden jubilarse cuando lo deseen. Souter se marcha después de casi 20 años en su puesto. Nunca ha ocultado que no le gusta Washington. Nombrado por el presidente George H. Bush en 1990, describió su trabajo «como el mejor del mundo en la peor ciudad del planeta». Cuando termine su jornada laboral su último día de trabajo en la capital, se marchará de inmediato a su querido estado de New Hampshire. Allí empezó su carrera como fiscal general en 1976. Entre las posibles sucesoras se ha escuchado también el nombre de la procuradora de esta Corte Elena Kagan. Asimismo, están en las quinielas Kim McLane Wardlaw, Sandra Lynch y Diane Pamela Wood, las tres juezas de la Corte de Apelaciones, y la actual jefa de la Diplomacia, Hillary Clinton.

El tribunal más importante para la política de EE UUObama cambiará a Souter por un liberal, lo cual no cambiará mucho las decisiones del Tribunal Supremo, pero sí que dará idea de cómo se harán las cosas en esta corte en el futuro. La importancia del Supremo reside en que puede declarar incostitucionales leyes y actos del poder ejecutivo. Sus decisiones no se puden apelar. Este alto tribunal está formado por un juez presidente y ocho asociados, que a su vez se dividen en una mujer, judía, y ocho hombres (un afroamericano y siete blancos). El presidente es el consevador John G. Roberts, nombrado por el presidente George W. Bush en 2005. Uno de los magistrados más importantes es Anthony Kennedy, que no está relacionado con la familia de JFK. Es un hombre considerado de centro. En el lado liberal están John Paul Stevens, de 80 años; Stephen Breyer, de 61 años, que destaca por sus ideas pragmáticas, y Ruth Bader Ginsburg, de 76 años. Con Roberts, en el ala conservadora, se encuentran Antonin Scalia, de 70 años; Clarence Thomas, de 61 años, segundo afroamericano en llegar a este tribunal, y Samuel Alito, designado por Bush.