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Barcelona

«Volvemos en una semana»

«Volvemos en una semana»
«Volvemos en una semana»larazon

La fiesta se posterga, pero los culés no quisieron esperar y muchos se concentraron en la Plaza Cataluña y las Ramblas barcelonesas a la hora del partido. Cuando llegó el gol del empate no se amilanaron y corearon juntos: «Volvemos en una semana». La fiesta debía durar has- ta la madrugada, pero no fue así.

Los culés aprendieron ayer un nuevo nombre, el de Llorente, que pasará a formar parte de su particular lista negra. Un gol del jugador del Villarreal en tiempo añadido impidió a los barcelonistas cerrar una semana de locura, que empezó con la goleada histórica al Real Madrid. El gol del Villareal llegó como el de Iniesta en la «Champions», cuando los aficionados del Barça ya celebraban el título en las Ramblas. Al final, seguidores con caras pintadas de blaugrana y camisetas de Messi, Pujol e Iniesta se subieron al Metro de Plaza Cataluña con cara de «la semana que viene será».

No hubo fiesta mayúscula, aunque sí había muchas ganas. Y se vio un conato de festejo frente a Canaletas. Banderas, petardos y gritos de «Barça campeón» se apo- deraron del paseo barcelonés. Centenares de personas acudieron antes del partido para tomar posiciones. Al final, tendrán que volver otro día, pero no importa «porque la Liga está ganada», coreaban.

En la Calle Pelayo, seis furgones de los Mossos de Esquadra montaron guardia por si las moscas. El miércoles pasado, durante la celebración del pase a la final de la «Champions», la fiesta acabó con incidentes. Por su parte, las brigadas de limpieza municipales en lo alto de la Rambla no podían creer que unos centenares de aficionados, pese al empate, se hubieran concentrado por tercera vez en apenas unos días.

Al acabar el encuentro la gente llegó a las Ramblas y se quedaban unos minutos. A las diez de la noche apenas quedaba un centenar. Una chica le preguntaba a su novio: «¿Pero es que no se han enterado que al final han empatado con el Villarreal?». Él respondió: «Déjalos, que está siendo una temporada histórica». La sorpresa era similar para los turistas que a esa hora paseaban por la mítica calle barcelonesa, que se hubiera vuelto impracticable en caso de entonar el alirón. Por eso, el Ayuntamiento quiere las celebraciones en la Plaza Cataluña, donde caben unas 40.000 personas.