Zapatero presume de vertebrar España y consolidar el Estado social

MADRID- Consejo Territorial del PSOE en la calle Ferraz. El jefe del Ejecutivo busca la foto de la unidad socialista en torno a la financiación. Y la logra. Hasta el presidente Montilla, después de varios meses de desencuentros, se ha reconciliado con la dirección federal y asiste, tras dos años de ausencias, a la cita del órgano que agrupa a los «barones» socialistas. Ya lo dice el castellanomanchego José María Barreda: «Somos muchos, pero estamos bien avenidos porque la unidad no se basa en la uniformidad, sino en la diversidad». Hacía tiempo que el PSOE no hablaba con una sola voz. Se hace raro que no haya una voz crítica, ni una queja. Bueno, en la reunión hay un tímido reproche del asturiano Álvarez Areces, que lamenta que la variable de la dispersión no haya tenido más peso en el modelo. No se puede sacar más punta a esta cita socialista de la mañana del sábado que acaba con una gran foto de familia que no se veía hacía años por las diferencias con Cataluña. Así que dos «horitas» para dar jabón al presidente Zapatero, palmaditas a Montilla, cruces de agradecimientos..., y poco antes de la hora del almuerzo, el secretario general, flanqueado por toda su dirección federal y todos los «barones» territoriales, sale a glosar el modelo de financiación y al PSOE. Que si el sistema crea el verdadero Estado de las Autonomías; que si es el modelo que más se parece a la España real porque «incorpora el interés general y el de cada comunidad»; que si servirá de palanca en la lucha contra la crisis; que si supondrá la consolidación del Estado de Bienestar; que si es «equitativo, garantiza la igualdad y atiende la diversidad de cada autonomía»... En resumen, dice Zapatero que el PSOE es la única fuerza política capaz de «integrar a España en su diversidad». Vaya, que presume de vertebrar España y de consolidar el Estado de Bienestar. Luego, confió en que el PP se sume al modelo durante la tramitación parlamentaria y acepte trabajar conjuntamente con el Ejecutivo para que el nuevo sistema sea estable, ya que se trata de un modelo, a su juicio, equitativo, que no ha recibido hasta ahora ninguna crítica de la «mínima solvencia». Así que el presidente está convencido de que la financiación crea el verdadero Estado de las Autonomías y que echa por tierra «las voces que dicen que es difícil conjugar el interés general en un acuerdo global». No hubo ninguna réplica. Más bien lo contrario. Los presidentes de Andalucía, Extremadura, Cataluña o Castilla-La Mancha coincidieron en las mismas ideas que Zapatero: las autonomías son Estado; el Estado autonómico es Estado de Bienestar; el modelo no debe resucitar confrontaciones y el sistema beneficia a todos, también a las comunidades del PP. No hicieron la ola a Zapatero, pero sí almorzaron todos juntos para celebrar el acuerdo.